Andrés Herrera Ruiz
*Barbosa da a conocer inteligentemente sus nombramientos
*Manzanilla, con toda la confianza para seguir la nueva labor política
Analizando el porqué Luis Miguel Barbosa Huerta está dando a conocer los nombramientos de quienes van a formar parte de su gabinete, destaca su inteligencia para que no se alborote la gallera.
Escrupulosamente, va seleccionando a sus integrantes.
No le corre prisa.
Sabe que el tiempo se lo permite.
No demostró ningún titubeo al dar a conocer que la periodista Verónica Vélez Macuil sea la titular de Comunicación del gobierno del estado, aprovechando una rueda de prensa.
Fue el primero.
Después vendrían otros, entre ellos Rodrigo Osorio Díaz, Abelardo Cuéllar Delgado, Guillermo Ruiz Argüelles, Carlos Francisco Urbina Tanús y Melitón Lozano Pérez.
A diferencia de otros gobernantes, quienes generalmente sueltan de un porrazo los nombres de todo su gabinete, Barbosa Huerta ha sido cauteloso en ello.
A cuentagotas lo ha hecho.
Esto le ha dado un gran resultado, pues además de llenar las expectativas, ha dado la sorpresa con una nueva clase política.
Y es que nadie se imaginaba que una eminencia en medicina local, nacional e internacional como Guillermo Ruiz Argüelles, aceptara ser el Secretario de Salud, en donde se requiere limpiar toda la podredumbre que dejaron funcionarios morenovallistas, principalmente el ex diputado Jorge Aguilar.
Asimismo, los otros mencionados, que tienen una gran capacidad para los que el gobernador electo los ha elegido.
De esta manera, hay que reconocer que le gusta tener la fiesta en paz.
Hasta ahora, ninguno de esos nombres han sido criticados.
Al contrario, han sido bien recibidos.
EL QUE REPITE
Luis Miguel Barbosa Huerta ha visto en Fernando Manzanilla Prieto, una pieza importante para mantener la política del estado, de acuerdo a su pensamiento de cómo debe de ser.
Claro, que para ello tiene que haber toda su confianza puesta en este funcionario que supo desligarse muy a tiempo del morenovallismo.
Así lo ha dejado demostrado en el cargo que le confirió el gobernador Guillermo Pacheco Pulido en la todavía llamada Secretaría General de Gobierno que Barbosa le devolverá la asignación de Secretaría de Gobernación.
Por ello, ayer dio a conocer el programa «Uno Más Uno», en el cual el gobierno de Puebla invertirá mil millones de pesos para que los alcaldes puedan realizar obras en los 217 municipios.
Informó que los recursos se direccionarán a 693 obras y serán los ediles los encargados, rompiendo de esta manera con el esquema del control absoluto del gobierno del estado.
Esto –hay que decirlo- fue aprovechado por los gobiernos panistas para capitalizar las obras, sobre todo, desviar recursos y obligar a las autoridades municipales a pagarlas con sacrificios sin atender lo prioritario para la población.
Muchos fueron los alcaldes que se quejaron de todo ello, pues no eran las obras –valga la redundancia- que necesitaba la gente, sino que se las imponían esos gobiernos.
Ahora, será lo que ellos decidan.
ABREVIANDO.-Otro que se queda es Jorge Estefan Chidiac, aunque no en la Secretaría de Finanzas, pero sí en un cargo también muy importante dentro del gobierno barbosista, quien por su parte, abordó un aspecto que irá parejo a lo anterior para que sea una realidad, como es el que lleguen a tiempo los recursos a los ayuntamientos, pues anteriormente, tardaban y cuando los recibían habían aumentado los costos, por lo que salía peor el gasto municipal, ya que los gobiernos se lavaban las manos. ¡Así cuando!…SI el nuevo gobierno quiere realmente que haya una limpieza general, tiene que llevar la escoba a todas las dependencias en donde hay mucho rastro morenovallista, con jefes, secretaria y personal que fue apapachado y abusó con sueldos y bonos de fin de año hasta por 40 y 60 mil pesos. Eso lo tiene que acabar, pues serán los primeros en echar tierra a la administración de Barbosa Huerta, mal trabajo para que se hable mal de la misma. ¡Conste”…EN verdad que son un verdadero problema los llamados franeleros, ya que en lugar de agradecerles su servicio, se ganan la molestia y enojo de automovilistas, pues se sienten los dueños de las calles. Es de comprender que es para que obtengan un ingreso, pero que dejen de ser groseros, sobre todo buscapleitos. ¡Es lo mejor”