Se trata de comunidades olvidadas, abandonadas y engañadas por falta de justicia
Martín Gutiérrez/Foto Sergio Cervantes
El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, afirmó que ha dado instrucciones a los párrocos de toda su arquidiócesis para que calmen a los pueblos y sus habitantes cuando se enfrenten a un potencial linchamiento de presuntos delincuentes porque, se trata, dijo, de comunidades olvidadas, abandonadas y engañadas por falta de justicia.
El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, afirmó que ha dado instrucciones a los párrocos de toda su arquidiócesis para que calmen a los pueblos y sus habitantes cuando se enfrenten a un potencial linchamiento de presuntos delincuentes porque, se trata, dijo, de comunidades olvidadas, abandonadas y engañadas por falta de justicia.
“Es más ni la Guardia Nacional ha podido contener estos fenómenos sociales de los linchamientos, exclamó el arzobispo en sus tradicionales conferencias de prensa dominical.
“ He dado indicaciones a los párrocos para que siendo parte de sus comunidades, calmen a sus habitantes si es que llegan a presenciar un inminente linchamiento de algún presunto delincuente”.
No queremos más tragedias, pero en la reciente gira que hizo el gobernador Luis Miguel Barbosa a Cohuecan y Tepexco, los respectivos párrocos señalaron que parte de la causa del porque suceden los linchamientos es el olvido, abandono y marginación al que han estado sometidos estos pueblos por décadas.
“ Por eso, para calmar los ánimos hay que entrarle, pues como párrocos de una comunidad, formamos parte de ella y nuestro papel es la paz y la concordia”, resaltó el arzobispo al hablar de los más recientes linchamientos.
También hizo suyo el eco de las quejas que presentaron los párrocos por el abandono y olvido de las autoridades en la reconstrucción de los templos y escuelas dañadas por el sismo.
Afirmó el arzobispo que en su diócesis son más de 500 templos los que fueron dañados y en todo el estado pasan de los 600 porque Tehuacán y Acatlán son parte de otras diócesis.