Empresarios del sector gasolinero denunciaron la proliferación de establecimientos “ambulantes” dedicados a la venta de etanol los cuales además de representar competencia desleal, ponen en riesgo a la población.
En entrevista con El Heraldo de Puebla, el empresario del sector señaló que este modelo de negocio cae en el aspecto informal porque todas sus transacciones son en efectivo, no pagan impuestos, no está constituidos como empresas, no celebran contratos y utilizan la vía púbica como área de negocio.
En la capital poblana se reportan al menos 20 establecimientos de este tipo que operan tanto en locales comerciales como en domicilios particulares y lo hacen sin permiso de las autoridades municipales. Los que tienen permiso, que son la minoría, lo hacen con un documento de distribución de aceites y lubricantes -tipo refaccionaría- pero ninguno está acreditado como establecimiento de venta de etanol.
Lo más preocupante, dijo, es que no cuentan con ninguna medida de seguridad porque el etanol es alcohol y es mucho más volátil que la gasolina. “Si uno de estos negocios que guarda etanol tiene un problema relacionado con el gas o un “cerillazo” podría explotar y el impacto a la redonda podría ser de muchas casas a la redonda”.
La ley establece que un expendio de etanol debe estar mínimo a 100 metros de cualquier concentración de personas.
En este contexto lamentó que las instituciones que deberían estar revisando – Protección Civil y Profeco- este tipo de negocios no lo hacen porque se enfocan solo en revisar a los negocios debidamente establecidos.
Indicó que con el creciente fenómeno de venta de etanol, las estaciones de servicio que venden este producto de forma legal han caído en niveles de 30 por ciento.
“Le pedimos a la autoridad que regule al comercio informal del tipo que sea si no luego van a estar vendido, como lo hacen en la carretera, gasolina en los tambos si nadie hace nada. Pareciera que se premia al comercio informal. Todos tienen que actuar pero principalmente protección civil¨.
Los establecimientos informales veden más barato porque no cobran impuestos y comercializan el producto en 14.50 el litro mientras que en un establecimiento formal se vende en $15.80. “A mí me dicen que no me compran porque yo vendo más caro. Pero yo tengo que pagar impuestos. Todo lo hago por software. A mí me revisa el SAT 24 horas, me checan mis inventarios”.
Además de una veintena de establecimientos que operan en la capital poblana, también se han detectado en municipios como las Cholulas y Cuautlancingo entre otros. En contraste solo hay siete establecimientos legales
El empresario destacó que el uso de este combustible es benéfico para el medio ambiente porque cuando se mezcla con la gasolina se produce menos CO2 y en una mezcla optima la reducción puede ser de hasta de 70 por ciento. Al vehículo le beneficia porque, en la proporción correcta, se limpian los inyectores, hace que se requiera menos mantenimiento, entre otros.