Poco a poco, regresan a su sitio original un sinfín de obras de arte y piezas de museo que fueron retiradas de los recintos museográficos del centro histórico para vestir las salas del Museo Internacional del Barroco.
Esto es el caso del Arcón Filipino del siglo XVII, que siempre formó parte de la colección del Museo José Luis Bello y González, pero que hace aproximadamente 4 años, se llevó de su sitio original a una de las salas de exhibición del Museo Internacional del Barroco. Hoy está pues en su casa.
En entrevista con El Heraldo de Puebla, Patricia Domínguez, directora del Museo José Luis Bello y González, destacó que este Arcón es una de las muchas joyas que tiene este recinto. El Arcón Filipino, tiene en la cara interior de la tapa, una pintura al olea que ilustra el mapa de la ciudad de Manila, Filipinas hace 4 siglos.
En la iconografía se observa la ciudad española amurallada de Manila con sus templos católicos y fuera de la muralla el conocido como Parían de los Sangleres o comerciantes chinos. Dos mundos en un mismo espacio.
La ciudad amurallada muestra una arquitectura occidental con construcciones civiles y religiosas como los conventos de diferentes órdenes.
Luego se observa el río Pasig lleno de embarcaciones donde se hace comercio con todo o que había en el mercado filipino.
Después el Parían de los Sangleres con otro tipo de construcción más identificada con el modo de vida asiático, pero, destacan viviendas con el símbolo católico de La Cruz.
Este Arcón ya se exhibe en la primera sala del Museo José Luis Bello, fundado hace 75 años y podrá ser admirado por los poblanos y visitantes en la Noche de Museos programada para el sábado 14 de septiembre con entrada gratuita a partir de las 5 de la tarde.
Otra pieza que recupera este museo es un armario en cuyas puertas tiene incrustaciones de marfil y también podrá ser admirado a partir de hoy en el céntrico museo, ubicado en la 3 poniente y 3 sur.