El pasado lunes en la Arena Puebla se desbordaron las emociones con la lucha estelar mano a mano entre Volador Jr y Euforia, uno de los guerreros laguneros que arremetió contra el “Depredador del Aire” abajo y arriba del ring. Ambos vistieron en color azul y semejaba que fueran lo contrario que rivales. Al técnico se le notó cansado y adolorido del hombro; su sufrimiento valió la pena y se llevó la victoria del combate. El rudo fue superior pero no pudo en esta ocasión.
En la lucha semifinal de relevos australianos, se presentó el príncipe de Oro y Plata, acompañado por “Titán”, finalista por el campeonato mundial Welter y Star Jr., ganador del torneo de la Nueva Alternativa, juntos firmaron alianza para enfrentar a dos de los integrantes de la Nueva Generación Dinamita formada por “Forastero” y “Cuatrero”, este último despojó de su máscara a Caristico sin que lo notara el referí y así los rudos se llevaron el triunfo. En esta ocasión “Ephesto” formó tercia con los villanos de la noche.
En la especial, los técnicos El Audaz, Rey Cometa y Esfinge se acoplaron bien y demostraron su espectacularidad con lances desde la tercera cuerda, movimientos acrobáticos y llaves complicadas para vencer a los rudos Vangellys, Pólvora y Tiger, este último llamó la atención con su atuendo de “Grinch”, acorde a las fiestas decembrinas que se acercan.
En el evento especial en match relámpago con duración de 10 minutos, se vieron las caras dos rudos: Toro Bill Jr. y El Perverso, ambos mostrando sus artimañas y lucieron su estilo luchístico con vuelos y llaves dignos de admirarse. Los dos luchadores estuvieron parejos, pero el victorioso fue El Perverso a los 8 minutos con un castigo directo a las cervicales de su rival, que fue seriamente lastimado y fue atendido por el médico colocándole un collarín.
En la segunda lucha de la noche Arkalis, Rey Samuray perdieron frente a los rudos Millenium contra Raziel, Cancerbero y El Malayo.
En la primera, los rudos Fuerza Chicana y Joker perdieron frente a los técnicos Hijo de Centella Roja y Meyer.
Fotos: Carlos Hernández