Dr. Ramsés Castañón Amaro.
¿Por qué es importante la selección del Fiscal General del Estado?
El pasado viernes 24 de enero, se cerró el registro para la inscripción de aspirantes a Fiscal General del Estado, con base en la convocatoria emitida por el Honorable Congreso del Estado de Puebla, una vez declarada la ausencia definitiva del anterior titular Víctor Carrancá Bourget, por la presentación de su carta de renuncia definitiva al cargo.
En total se inscribieron dieciséis candidatos (trece hombres y tres mujeres), quienes presentaron en la oficialía de partes, la documentación exigida en la Convocatoria, con el fin de acreditar los requisitos legales consagrados en el artículo 99 de la Constitución Política del Estado de Puebla, para ser titular. El procedimiento para la elección del Fiscal General del Estado, se encuentra consagrado en la propia Constitución local (art. 97), el cual dispone que el Poder Legislativo tendrá veinte días para enviar al Gobernador del Estado una lista de al menos diez aspirantes, (seleccionados de los candidatos registrados quienes hayan cumplido cabalmente con todos los requisitos), aprobada por las dos terceras partes de los miembros presentes, la cual enviará al Ejecutivo. Una vez que el Gobernador reciba la lista de los diez candidatos, formulará una terna (3) para enviarla a consideración del H. Congreso del Estado, en un plazo no mayor de diez días.
De esta terna que envíe el Gobernador del Estado, los tres candidatos seleccionados, deberán comparecer ante el H. Congreso del Estado, para que sea entrevistados y evaluados, con base en su experiencia, trayectoria, conocimientos, atributos, habilidades y aptitudes, para que con el voto de las dos terceras partes de los miembros presentes, sea designado el o la Fiscal General del Estado, dentro del plazo de diez días.
Valdría la pena en el futuro, analizar la posibilidad de reformar la Constitución Política del Estado de Puebla, tomando en consideración experiencias exitosas de derecho comparado, verbigracia: durante el mes de febrero del año dos mil dieciocho, tuve el alto honor de haber sido invitado a participar como miembro del Honorable Sínodo, para elegir al nuevo Procurador General de Justicia del Estado de Tlaxcala, en cumplimiento al mandato consagrado en el artículo 74 fracción VIII de su Constitución Política, el cual dispone expresamente lo siguiente:
“Art. 74. Para ser Procurador General de Justicia del Estado se cumplirá con los siguientes requisitos: I a VII…
VIII. Aprobar los exámenes públicos de oposición, que se efectúen conforme a la ley, ante el pleno del Congreso, quien nombrará a los miembros del jurado, el que estará integrado básicamente por académicos e investigadores, preferentemente ajenos al Estado”.
No debemos olvidar que, la elección de un Fiscal o Procurador General de Justicia en cualquiera de las 32 entidades federativas, al igual que como ocurrió con la designación del Fiscal General de la República, por parte del Senado de la República, es un tema de enorme trascendencia e importancia para la consolidación de la vida democrática de México, toda vez que la “Justicia” es uno de los derechos humanos y bienes jurídicos más apreciados que debe gozar de máxima tutela y protección. Para alcanzar este sublime propósito, tendría que garantizarse como uno de los requisitos del aspirante a ocupar la Fiscalía y/o Procuraduría, su plena y absoluta imparcialidad y autonomía, para que pueda desempeñar esta noble encomienda, aunque riesgosa responsabilidad.
Cabe destacar que, durante el mes de agosto del año 2017, más de 100 organizaciones de la sociedad civil, protestaron enérgicamente frente al monumento del Ángel de la Independencia, bajo el colectivo #FiscalíaQueSirva, exigiendo al Senado de la República la creación de una Fiscalía independiente, además la prohibición del “pase automático” a ese cargo del titular de la entonces Procuraduría General de la República (PGR), protesta que sí rindió frutos, pues gracias a esta campaña viral en redes sociales y a la presión de la sociedad civil, se logró que el abogado Raúl Cervantes no fuera elegido como Fiscal General de la República, a quien se criticaba por ser un #FiscalCarnal
Desafortunadamente algunas de las fiscalías y/o procuradurías generales de justicia del país, se han convertido en instituciones en riesgo de ser afectadas por intereses políticos y económicos, ajenas a satisfacer el interés general, incapaces de cumplir con su principal mandato: Procurar Justicia. Como ejemplos de esta aseveración tenemos casos emblemáticos – todavía sin resolver hasta la fecha – de #Ayotzinapan #EstafaMaestra #Odebrecht, el espionaje de periodistas y activistas de DD.HH., a través del programa #Pegasus por mencionar sólo algunos. Por esa razón, la ciudadanía debe exigir la garantía de autonomía e independencia de los Fiscales Generales de Justicia, al igual que debiera suceder con los nombramientos de los titulares de las Fiscalías Especializadas Anticorrupción y de Delitos Electorales, incorporando criterios estrictos para su designación, basados en conocimientos técnico-jurídicos, experiencia profesional, habilidades, aptitudes, y en un amplio dominio de la problemática delictiva de nuestra entidad poblana, para así lograr recuperar la confianza y legitimidad de la sociedad.
Esperamos por el bien de la justicia en Puebla, que este ejercicio democrático del proceso de selección para elegir al titular de la Fiscalía General del Estado, sea transparente y abierto a la sociedad, para dejar atrás el clásico “dedazo” en su designación, demostrando así los titulares de los Poderes Legislativo y Ejecutivo a la ciudadanía poblana que verdaderamente existe una transformación, con voluntad política, alcanzando el consenso de las mayorías, con la finalidad de mejorar la calidad y eficiencia en la procuración de justicia.