Los casos de menores de edad desaparecidos que terminan en asesinato o que nunca son localizados no son resultado sólo de un mal uso de la Alerta AMBER, el problema es más profundo y se trata de una carencia de protocolos de búsqueda inmediata, coincidieron expertos en Derechos Humanos.
Con el caso de la niña Fátima, quien fue hallada sin vida en la alcaldía Tláhuac días después de ser reportada como desaparecida, surgieron las críticas ante el retraso de la activación de la Alerta AMBER para su búsqueda.
Lo anterior orilló a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, y a la fiscal general de la Ciudad de México, Ernestina Godoy, a reconocer la falta de actuación de las autoridades, y anunciaron la modificación a ese programa.
Actualmente se utiliza en Estados Unidos (donde surgió), Canadá, Inglaterra, Irlanda, Francia, Alemania, Holanda, Malasia, Grecia. México fue el primer país en Latinoamérica en adoptar el programa Alerta AMBER.
Es necesario comprender que ese programa es sólo una herramienta que debería formar parte de un protocolo de búsqueda, el cual no se realiza como debe ser, aseveró Juan Martín Pérez García, director ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim).
El activista reclamó que las autoridades hagan esperar a los familiares de desaparecidos 48 o hasta 72 horas para iniciar con la búsqueda, lo cual es ilegal porque deja a niños y niñas desprotegidos en horas cruciales para su localización.
Con información de Notimex.
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