Edgar Allan Poe es mundialmente conocido como el maestro del cuento corto de terror y pionero del relato policial. Tristemente, su vida estuvo plagada de tragedias y su muerte sigue siendo un misterio desde hace 171 años.
Poe nació en 1806 en Boston, hijo de padres actores. Su padre, David Poe Jr., era alcohólico y abandonó a su familia. Su madre, Eliza Poe, murió cuando él tenía solo tres años, por lo que fue enviado a vivir a Richmond, Virginia, con un mercader de tabaco, John Allan, y su esposa.
Posteriormente, se casó con su prima de 13 años, Virginia Clamm, aunque Poe afirmó que nunca se consumó el matrimonio. Clamm murió 12 años después.
Poe estuvo desaparecido una semana antes de morir
En octubre de 1849 la vida de Poe iba mejorando, pues sus textos ya eran leídos por muchas personas; sin embargo, nada de se supo de él hasta el 3 de octubre, cuando apareció en un estado delirante frente a la taberna Gunner’s Hall, en Baltimore.
Joseph Walker reconoció al famoso autor y decidió ayudarlo. Le preguntó al escritor si conocía a alguien cerca y Poe respondió que al editor Joseph Snodgrass.
Walker escribió una carta urgente al editor diciéndole que había un caballero muy angustiado que solicitaba su ayuda inmediata.
Poe fue llevado al Washington College Hospital, donde estuvo internado en un cuarto sin ventanas, sin ninguna compañía, atendido por el médico asistente John Moran hasta el final de sus días.
Nadie sabe dónde estuvo Allan Poe la semana antes de su muerte el 7 de octubre de 1849 ni a qué se debía su estado delirante ni su apariencia demacrada.
Supuestamente, las últimas palabras de Poe fueron: ‘Señor, apiádate de mi pobre alma’ (‘Lord, help my poor soul’).
No existen registros de su última hospitalización, pero fue tratado por frenitis o congestión en el cerebro, un eufemismo para sobredosis de alcohol o drogas en esos tiempos. No obstante, Poe no era un bebedor empedernido. Incluso, Poe se unió a los Hermanos de la Templanza pocos meses antes de morir.
La fama de que Poe era un alcohólico se debe a que Rufus Wilmot Griswold, su rival, escribió una biografía en la que se refería al autor como un adicto al opio y al alcohol.
El doctor Moran hizo lo mejor que pudo para esclarecer las circunstancias en las que murió el escritor. Escribió el libro Edgar Allen Poe: A Defense, en el que describe que Poe se mantuvo recitando poesía en su lecho de muerte.
Entonces, ¿de qué murió Poe? Al parecer, nunca lo sabremos, porque no le fue realizada una necropsia. Pero hay muchas teorías sobre qué le causó la muerte, unas más plausibles que otras.
Por ejemplo, algunos especulan que Poe estaba enfermo de rabia, porque sus síntomas encajan con este padecimiento, según los relatos de Moran: Poe tenía momentos de lucidez, entre picos de manía febril y se reusaba a tomar agua.
Otra teoría sugiere que se trató de una gripe que se agravó a neumonía, pues, antes de que desapareciera, Poe acudió al médico quejándose de sentirse enfermo.
De hecho, su prometida, el verdadero amor de su vida, Elmira Royster Shelton, dijo que Edgar Allan Poe estaba muy enfermo antes de salir de viaje, tenía fiebre y el pulso débil. El doctor que Poe visitó le recomendó no realizar el viaje, dice Chris Semtner, el curador del Museo de Poe en Richmond.
Algunas otras teorías esbozadas a lo largo del tiempo han sido desde envenenamiento por monóxido de carbono o metales pesados, hasta que Poe fue golpeado y esto le causó una muerte lenta, pero se han descartado porque suenan más a un relato salido de la imaginación de Poe que a la realidad, aunque ya sabemos que pensaba el escritor: ‘La verdad es más extraña que la ficción’.
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