Con históricos intereses en la zona donde se desarrolla el conflicto, el presidente ruso Vladimir Putin invitó a los cancilleres de Armenia y Azerbaiyán a Moscú para sostener un diálogo de paz tras el recrudecimiento del conflicto entre las dos exrepúblicas soviéticas.
Putin lanzó la invitación para mañana en el Kremlin y llamó a las partes a detener los combates en la región separatista de Nagorno Karabaj, en Azerbaiyán, por razones humanitarias.
«El 9 de octubre, los ministros de Relaciones Exteriores de Azerbaiyán y de Armenia están invitados a Moscú para consultas» con la mediación de la diplomacia rusa, indicó el Kremlin en un comunicado.
«El presidente de Rusia pide detener los combates en Nagorno Karabaj por razones humanitarias para intercambiar los cuerpos de los muertos y prisioneros», añadió el Kremlin. El gobierno ruso precisó que Putin había conversado con el presidente azerbaiyano, Ilham Aliev, y el primer ministro armenio, Nikol Pashinyan.
Ereván y Bakú no reaccionaron de inmediato al anuncio y no estaba claro si los dos jefes de la diplomacia de ambos países habían aceptado la invitación de Moscú.
El canciller de Azerbaiyán, Ceyhun Bayramov, se encontraba en Ginebra para reunirse con el grupo de Minsk (Rusia, Francia, Estados Unidos), encargado de la mediación internacional sobre este viejo conflicto.
Lo que sí quedó confirmado fue que el jefe de la diplomacia armenia será recibido el próximo lunes en Moscú por su homólogo ruso, Sergei Lavrov.
Desde el 27 de septiembre, separatistas armenios de la autoproclamada república de Nagorno Karabaj y las fuerzas azerbaiyanas se enfrentan de nuevo en este enclave, que lleva 30 años en disputa entre ambas naciones.
La antigua provincia autónoma soviética intentó independizarse de Azerbaiyán por primera vez en 1988, lo que provocó graves enfrentamientos étnicos en la región.
Más de un millón de civiles abandonaron sus hogares y miles de personas murieron en el conflicto hasta que se alcanzó un alto el fuego en 1994, con las fuerzas armenias y de Nagorno Karabaj manteniendo el dominio de la mayor parte de la provincia y de varios distritos colindantes.
El balance oficial de la nueva erupción armada es de entre 300 y 400 muertos, unos cincuenta de ellos civiles. Sin embargo, es muy parcial y podría ser mucho más elevado, ya que cada bando afirma haber eliminado a miles de soldados enemigos. Hasta ahora, los múltiples llamados a la tregua de la comunidad internacional han sido en vano.
Con información de Agencias AFP y DPA