Leticia Montagner
La política abarca todas las actividades de las personas y el futbol no es la excepción. Habrá que imaginar una Selección Mexicana de balompié integrada en un clásico 4-3-3 de este modo: Portero: Manuel Bartlett, Director de la Comisión Federal de Electricidad. Defensas: Alejandro Gertz Manero, Fiscal General de la República; Luis Crescencio Sandoval González, Secretario de la Defensa Nacional; José Rafael Ojeda Durán, Secretario de Marina; Luis Rodríguez Bucio, Comandante de la Guardia Nacional.
En la media, estarían: Hugo López Gatell, Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud; Olga Sánchez Cordero, Secretaria de Gobernación e Irma Eréndira Sandoval, Secretaria de la Función Pública.
En el ataque: Centro Delantero, Marcelo Ebrard, Secretario de Relaciones Exteriores; Zoé Robledo, Director del Instituto Mexicano del Seguro Social y Miguel Torruco, Secretario de Turismo. El entrenador sería Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México. Como aguador estaría el Vocero Presidencial Jesús Ramírez Cuevas.
¿Se imagina como jugarían? Mejor no escribirlo, pues son sabios los refranes que utilizaban nuestros padres y abuelos: Zapatero, a tus zapatos. La popularidad no es sinónimo de capacidad. Cuauhtémoc Blanco fue un espléndido jugador, de los mejores en la historia del futbol mexicano, pero pregunte usted a los morelenses si la fama, razón por la que votaron por él, le ayudó a gobernar.
Así les fue con el futbolista Cuauhtémoc Blanco como alcalde de Cuernavaca y ahora como Gobernador del vecino Estado de Morelos. En todas las encuestas aparece en el nada honroso último lugar de calificación.
Lo anterior viene a cuento por la postulación de Roberto Ruiz Esparza, ex futbolista y político sin brillo a la alcaldía de Puebla Capital por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y el registro del entrenador de futbol y comentarista deportivo José Luis Sánchez Solá, El Chelís, como uno de los aspirantes de Morena a la Presidencia Municipal.
Como jugador, Ruiz Esparza se llevaría de calle al Chelís y como entrenador, Chelis se llevaría de calle a Ruiz Esparza. Sin embargo ninguno dio el estirón, fueron simples llamaradas de petate.
¿Usted se dejaría operar por un arquitecto? ¿Le pediría a un abogado que le construyera una casa? ¿Preferiría que lo operara del corazón un cardiólogo con experiencia o un estudiante recién egresado de la carrera de medicina?
¿Pondría en manos de personajes famosos que no tienen experiencia en conducir el desarrollo económico, social y político de una ciudad, de un Estado o un país? Aquellos que se dedican a la política profesional no hacen siempre bien las cosas.
La ciudadanía conoce las carencias y necesidades que tiene la sociedad mexicana, pero eso no otorga la capacidad de gobernar y resolver los problemas.