Por: Félix Augusto Méndez Zepahua*
La industria del aguacate, que genera 3.5 millones de dólares anuales a nuestro país, fue detenida por completo hace unas semanas; ¿la razón?, amenazaron en Michoacán a uno de los supervisores de calidad adscrito al Departamento de Inspección Sanitaria en EUA.
Cabe recalcar que dicho estado es el único, en todo el territorio nacional, que tiene el aval para exportar al mercado estadounidense, pero que desafortunadamente atraviesa una de las peores etapas de inseguridad de su historia. Asediada por la disputa entre grupos de la delincuencia, Michoacán ve como sus campos de cultivo se pierden y son abandonados por los agricultores, tanto los de Aguacate, Limón, etc.
Bastó que les notificaran de las amenazas para que de inmediato la embajada desplegara un comunicado donde anunciaban una pausa en las exportaciones hasta que se garantizara la seguridad de sus inspectores y del personal americano, sin dejar de lado el cuidado de los productores y los cargamentos en general.
Para entender la importancia de estas acciones, nada más el año pasado en los Estados Unidos se consumieron, para el Super Bowl 114 mil toneladas de aguacate mexicano, siendo el destino de alrededor del 80% de la producción total. El famoso oro verde parecía, al menos por un momento, en peligro. Y es que si de peligro y amenazas se trata, es necesario hacer la comparación con el caso de los periodistas asesinados en México, el caso que generó mayor indignación Lourdes Maldonado, que asistió hasta la conferencia de prensa del presidente, para denunciar amenazas y solicitar refugio, un año después, fue asesinada. Parece que, al menos en algunos países, si se toman en serio las amenazas a sus ciudadanos.
Por el momento las relaciones comerciales y exportaciones han sido reanudadas pero con la promesa de un plan integral y el compromiso de un cambio a futuro; mientras tanto el Gobierno Mexicano tendrá que entender (a la mala) que el Estado de Derecho, el combate a la impunidad y a la corrupción son requisitos indispensables para el crecimiento y para llegar a la llamada transformación, porque sin ella, nadie querrá invertir, nadie querrá dejar su capital, nadie querrá visitar México y los turistas serán cada vez menos, entre muchas otras consecuencias.
*Departamento de adquisiciones UPAEP
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