Luciano Musa, representante general del Experimento ALICE, de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN), dictó en la BUAP la conferencia Uncovering the quark gluon plasma: scientific and technological challenges, en la cual afirmó que para estudiar los quarks y gluones, la ciencia enfrenta grandes desafíos, en primera instancia tecnológicos, de ahí la importancia del CERN, el laboratorio más grande del mundo donde se busca revelar los misterios de este plasma de quarks y gluones.
El prestigiado científico, quien se unió al Experimento ALICE en 1997 y desde entonces ha trabajado en el diseño de detectores, destacó el papel de los científicos mexicanos y de las contribuciones que han realizado los investigadores de la Máxima Casa de Estudios en Puebla en el estudio del plasma de quarks y gluones.
En su conferencia dictada en la Unidad de Seminarios de Ciudad Universitaria, el doctor Luciano Musa, quien en 2011 fue nombrado líder del detector ITS y hoy su trabajo se enfoca en el Experimento ALICE, además de ser miembro de diversos comités internacionales de ciencia y tecnología, expuso que en el CERN, ubicado en Ginebra, Suiza, se encuentra el Gran Colisionador de Hadrones (LHC, por sus siglas en inglés), con una circunferencia de 27 kilómetros, donde se hacen chocar partículas a muy altas energías, mientras los cuatro experimentos: ALICE, CMS, ATLAS y LHCb son capaces de captar el trayecto de estas partículas con detectores de alta tecnología.
También habló de nuevas tecnologías empleadas para la participación de ALICE en la próxima toma de datos del LHC, específicamente en los detectores basados en el concepto de innovación tecnológica, que serán relevantes para proveer la mejor resolución e identificación de partículas en un amplio rango, además del impacto que pueden tener en otras aplicaciones.
Recordar que el grupo de científicos y estudiantes de posgrado de la BUAP que colaboran con ALICE, iniciaron su participación en 2002 con la propuesta de un detector de rayos cósmicos y desde entonces han contribuido con la construcción y operación de los sistemas de detección del experimento, así como el análisis de datos de la interacción de protones y núcleos de iones pesados a las energías del LHC. Actualmente, el grupo ALICE de la BUAP tiene a su cargo el funcionamiento del ACORDE, un detector de rayos cósmicos de muy altas energías.