Viajar en solitario, un acto de valentía
Inclinada por el pop e influenciada por artistas como Robyn y Belinda Carlisle, Rocío comenzó su carrera artística hace poco más de una década como vocalista de la agrupación musical femenina Las Chillers y más tarde conformó el dúo electrónico Monterrosas, de la mano de Enrique F. Aparicio.
Pendida entre el valor y el miedo de escribir un nuevo capítulo como solista, Saiz se acercó a colegas muy talentosas que vivieron el mismo proceso de independencia musical, como la cantautora chilena Javiera Mena, y entendió que todo inicio es un cúmulo de episodios claroscuros.
“Fui valiente. Lo primero de lo que fui capaz cuando empecé con el proyecto de Rocío Saiz fue coger un vuelo sola a Colombia. No sabía que podía volar sola y fui capaz de volar sola. No sabía que era capaz de hacer una canción e hice un disco y después hice otro”.
Así fue como en el año 2021 dio vida a su primer álbum como solista, “Amor Amargo”, una cascada de canciones con letras y títulos provocadores como “Autocensura”, “El descanso del guerrero” y “Si mañana me muero, te habré dicho que te quiero”, en las que Rocío manifiesta la pesadez de atravesar la depresión y ceder a los demás el derecho de tomar decisiones por una misma.
‘Autoboicot y Descanso’, un disco para quererte
En noviembre de 2023, Rocío publicó su segundo álbum “Autoboicot y Descanso”, una carta a la fragilidad en la que, después de librar once vaivenes emocionales, eres tú quien realmente gana.
“Hay momentos en que las canciones dicen ´no estoy bien, pero estaré bien / he aprendido que este viaje lo hago yo sin ti´”.
El disco tiene dos caras que inspiran dos estados anímicos contrastantes entre sí. En la cara A (Autoboicot) el saboteo persiste, pero reconoces que, aunque te has abandonado, no estás dispuesta a continuar así, mientras que en la cara B (Descanso) aprendes a abrazarte, sanar y quererte.
Su música es ese impulso sonoro que te musita al oído “¡anda! Toma el auto y conduce. Aunque parezca que no hay destino, ya lo encontrarás”. En este último álbum, Saiz conserva su energía esencial a la que llama “Bailar llorando” y termina por combinarla con unos estremecedores violines en referencia a Ludovico Einaudi.
“Ahí tu ya has tenido un orgasmo de sensaciones en el que has pasado de llorar a bailar y vomitar. Lo que es la vida. Yo lo que quiero es que tú escuches el disco y sientas cosas”.

Para Saiz, el éxito es hacer sentir y mover los adentros de quienes escuchen sus canciones, pues la música es uno de los lenguajes del amor más profundos que existen. La cantante madrileña lamenta que muchas personas omitan los “te quiero” de sus vidas, por miedo a la responsabilidad afectiva de ser y estar dentro de la vida de alguien más.
“La gente no está acostumbrada a decirse “te quiero”, porque ahora penalizas más decir te quiero que te odio. Esto apena, porque el amor es lo que mueve el mundo”.
La diferencia es una virtud
El espíritu artístico de Rocío no puede entenderse si prescindimos de su naturaleza activista, pues durante muchos años ha alzado la voz sin temor en defensa de los derechos de la comunidad LGTBIQ+, de la que también es parte. Debido a esta labor diaria, recibió en 2022 el Premio Pluma por parte de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB).
El mundo atestigua momentos y episodios indeseables que provocan mucho dolor y abren viejas cicatrices en la humanidad. En nuestros tiempos, miles de personas aún sufren por no poder compartir el amor que habita dentro de ellos. Ante esto, Saiz alude a la película “Orlando, mi biografía política”, dirigida por filósofo español Paul B. Preciado e inspirada en el Orlando de Virginia Woolf.
“Paul B. Preciado dice que hay muchos Orlandos. Y han tenido que sobrevivir muchos Orlandos para hablar de los que han matado o muerto”.

El contacto con las artes liberales nos permite colocarnos en la cabeza y los zapatos de nuestros semejantes. El arte nos hace empáticos y tolerantes. Por lo tanto, para Rocío no es casualidad que, en diferentes momentos históricos, la mayoría de ataques de odio hacia al margen hayan sido dentro de espacios de baile o culturales.
“La pista de baile, la música, ese amor que nos une y la cultura es lo que nos hace diferentes y únicos. Es donde verdaderamente la diferencia es una virtud. Para mí la cultura define a un pueblo y la pista de baile es política. No es casualidad que en su momento se hayan atacado salas de conciertos”.
Rocío afirma que la música sana y los conciertos son momentos en los que podemos acercarnos a quienes están a nuestro lado y espacios seguros donde podemos mostrarnos tal como somos.
“La música, el arte, el cine y todo lo que tenga que ver con cultura, deberían ser un espacio seguro, y por supuesto no censurable. Queremos la paz, queremos el baile, pero no nos vamos a quedar calladas”.
América Latina, México y Puebla
Tras el lanzamiento de “Autoboicot y Descanso”, Rocío ha emprendido una gira por ocho ciudades de América Latina, que comenzó en México, continuará en Colombia y culminará en Argentina.
En esta ocasión, la entrada a cada show será gratuita, pues anhela que este encuentro con el público latinoamericano permita la accesibilidad a la cultura y que represente un espacio en el que las personas se sientan bienvenidas y seguras.
“Quiero que los conciertos sean un sitio seguro donde vengan quienes no han podido salir del armario o viven situaciones de violencia.

Hace unos días, Rocío se presentó por primera vez en la ciudad de Puebla en las instalaciones del hostal Casa Pepe. Antes de llegar a tierras poblanas, confesó su gran ilusión por conocer una ciudad en la que habita una increíble comunidad de artistas.
“Cuando llegas a México hay un espacio de luz diferente y una energía muy diferente. Es uno de los sitios donde más paz he sentido en mi vida”.
Fotos: Cortesía Rocío Saiz a través de PENNY MGMT, Roberto Mendoza