Para el compositor y pianista sonorense, Alejandro Karo, la música es un testigo y el lenguaje que ha elegido para narrar su historia. Y ahora, en su segundo EP, ‘Some Thoughts’, reafirma que cada pieza es como la hoja de un diario que resguarda entre notas y páginas los matices más luminosos y nublosos de la experiencia humana.
‘Some Thoughts’: la búsqueda del yo y el encuentro con el otro
¿El arte tiene alguna utilidad? ¿Puede el arte solucionar problemas o lo hemos creado para mantenernos a salvo mientras buscamos la manera de resolverlos? ¿Es una especie de rebelión de quienes han soñado con derrotar el olvido que acompaña a la brevedad de la vida? Estas preguntas tal vez han desfilado sin menor preocupación en la mente de cualquier espectador, pero si se incrustan con fuerza en la mente del artista, podrían herirlo e incluso hacerlo sangrar.
Las preguntas se esconden entre los pensamientos de Alejandro y cuando aparecen, las palabras se agotan antes de poder encontrar una respuesta. Camina a lo largo de su estudio hasta llegar al piano y entre las teclas y sus manos comienza a brotar el único lenguaje con el que puede entenderse, la música.
El segundo EP de Alejandro, ‘Some Thoughts’, es un relato sonoro introspectivo que durante 24 minutos y cinco piezas instrumentales enfrenta las incertidumbres que no solo atormentan al creador sensible, sino a la persona detrás del creador que busca su sitio en el mundo.
“A veces llego a pensar que cuando muera habrá alguien más que pueda hacer de alguna manera lo que yo hago. Me he preguntado si mi trabajo representará un cambio, pero cuando algunas de mis piezas conectan tanto con una persona, ya pasó la línea de lo inservible. Tu arte se convierte en algo que reconforta y ayuda a alguien más”.
La composición de ‘Some Thoughts’ fue espontánea. Nació de un diálogo interno y genuino que desafía los pensamientos del pianista acerca de la muerte, las fricciones morales, la guerra y la necesidad del encuentro para conservar nuestra humanidad. Karo tenía planeado incluir algunas piezas de este lanzamiento en su próximo álbum que comenzó a componer desde junio de 2024.
“Las piezas de este EP iban a estar en un LP, pero siento que no encajaban por completo con el sonido del disco”.

No es un título, es una historia
Ningún acontecimiento evidencia la pequeñez e insignificancia de nuestros desasosiegos cotidianos como lo hace la muerte. Nos ataca una impotencia incurable; casi indecible. Quienes se marchan nunca más serán distintos; un día dejan de envejecer y se hacen eternos. Quienes se quedan cambian. Los cambia el sufrimiento; la ausencia. Con ellos fueron una persona. Sin ellos, aprenderán a ser otra.
Unas semanas antes de terminar el año, Alejandro experimentó ese cambio; había muerto Abel. Un joven y reconocido coreógrafo de danza contemporánea que creyó en su arte y convirtió su música en un compañero de trabajo y de vida.
“Cuando fallece Abel me afectó mucho. Era una persona que desde que me licenci las piezas ‘MARK 2’ y ‘MARK 6’ siempre valoró mi música y la compartió a través de la danza. Cuando alguien que conoces fallece te hace pensar: “Aprovecha el tiempo. Tienes que vivir. Tienes que estar más presente. Hace mucho tiempo que no sentía esto”.
El coreógrafo y el pianista nunca volvieron a encontrarse, pero Alejandro quiso despedirse de Abel e intentó devolver un poco de su gratitud dedicándole la tercera pieza del EP, titulada ‘To Abel’.
Karo comenta que los títulos solían ser un proceso complicado del cual podía prescindir en sus anteriores publicaciones, porque primero necesitaba encontrar su propio sonido y sentir la evolución personal y artística entre cada álbum. Pero ahora, la improvisación musical, sus emociones y las palabras se entrelazan en un lenguaje con el que documenta cada una de sus versiones.
“Este año comencé a experimentar más con los títulos. Esto no sucedía en los álbumes de ‘MARK’ y ‘con’. […] Al momento de pensar y poner un título, me encantaría que llamara a la reflexión, pero posiblemente a veces no funciona. Vivimos momentos en lo que todo sucede muy de prisa. Hay personas que reproducen un álbum; lo escuchan sin ver los títulos. A todos nos pasa, al final, la música se crea para ser escuchada”.
‘Some Thoughts’ inicia con ‘Dark Thoughts’, una pieza en la que el compositor afronta sus pensamientos negativos hasta liberarse del vacío y cualquier posible sinsentido. Después escuchamos ‘Values’, una composición que reivindica los valores sociales ante el creciente distanciamiento y desinterés por el otro. La cuarta pista, ‘Talented Friends’, surgió como un gesto de admiración por parte de Alejandro hacia sus amigos creadores, tras una celebración a Alberto Medina, ganador de un premio Grammy. Al término de este diario musical, el compositor sonorense presenta ‘War Times’, visibilizando el sufrimiento que generan los enfrentamientos bélicos de nuestros tiempos y las formas de esclavitud contemporáneas.
“Un día, durante este invierno, estaba jugando cartas con mi abuelo y mis tíos. Pero en ese mismo instante, había cientos de niños muriendo en otros países a causa de una guerra. Son realidades totalmente diferentes las que se viven en el planeta. Recientemente celebramos fechas especiales junto a nuestras familias. Abrimos regalos y compartimos muchos platillos. Pero en muchos lugares de nuestro país y del mundo se viven tiempos de profundo sufrimiento”.
El silencio, la contemplación y la inquietud
El 2024 fue un año de experimentación creativa para Alejandro. Él reconoce que su primer álbum, ‘MARK’, publicado en 2022 contenía piezas con un sonido más cristalino que necesitaban de múltiples instrumentos para alcanzar una mayor emotividad. Sin embargo, tanto su más reciente sencillo, ‘Moral’, como las piezas incluidas en ‘Some Thoughts’, son resultado de una metamorfosis personal y musical en la que predomina el movimiento, las texturas y una energía que oscila entre la serenidad y la inquietud, como el ritmo propio de la vida.
“Escuchar la música que he compuesto a lo largo de mi carrera es como si me escuchara a mí mismo en diferentes momentos. Me hace plantearme preguntas: ¿Por qué ya no hago música tranquila? ¿Por qué tengo que hacer cosas más rápidas? ¿Qué efecto tienen estados como la soledad y el cambio en mi música? Escuchar mi anterior música es como leer un viejo diario; me permite reconocer cuánto he crecido, sentido y pensado el mundo”.

Toda obra comienza como un lienzo en blanco que de a poco se va impregnando de texturas, colores, escenas y personajes. Un buen día, el artista se aleja de ella y la observa a la distancia; ha creado un universo. Su universo. ¿Cómo podría definirlo? ¿En dónde comenzó todo? —Del silencio, de la quietud—, dice Alejandro.
Cuando el pianista eligió la portada que revestiría la intangibilidad de su EP pensó en el silencio. Un privilegio que habita en los lugares lejanos; en un lugar llamado Yécora, Sonora.
“La fotografía del EP la tomó una amiga llamada Paola en Ciudad de México. A mí siempre me ha gustado la naturaleza, pero sobre todo el silencio. Su foto me recordó a Yécora; es un bosque completamente verde con ríos. […] Al final, me he dado cuenta de que todos los pensamientos negativos soy yo queriendo estar en un lugar como Yécora por siempre”.
Fotos de Alejandro Karo
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