En la opinión de Arturo Luna Silva
Con el llamado a la reconciliación de Puebla, luego de una de sus etapas más convulsas, el gobernador Miguel Barbosa Huerta asume este jueves la gubernatura de Puebla con un esperado y profundo cambio en la forma y el fondo del poder y de la administración pública. También con una severa advertencia de que no habrá omisiones respecto de revisar y castigar, cuando los casos ameriten, el pasado reciente. Asimismo, con la meta de dar resultados en el corto plazo en todos los rubros, con énfasis en la seguridad. Comienza, pues, un nuevo régimen, sin perdones ni olvidos; sin prisas, pero sin pausas.
Ese será previsiblemente el contenido y tono de sus mensajes, primero en la sede del Congreso del Estado, y luego ante la clase política y empresarial y representantes de toda la sociedad en el Auditorio Metropolitano Puebla.
La era barbosista, con poco más de cinco años por delante, buscará la contundencia. Borrar lo que ve como herencias indeseables. Eficiencia contra la inseguridad.
El nombramiento del almirante Miguel Idelfonso Amezaga Ramírez en la titularidad de Seguridad Pública trae aparejada la entrada en operaciones de la Marina en los municipios “foco rojo”.
Ya lo adelantamos aquí. Las dubitaciones no caben en el nuevo gobierno.
Ya lo advirtió Barbosa. No habrá mano trémula.
El nuevo mandatario arriba con un gabinete que igual incluye lealtades que pondera la eficacia y experiencia. Para muestra, sus titulares de Finanzas y Planeación y de Infraestructura. Parecen elegidos para dar resultados inmediatamente. María Teresa Castro Corro, en la primera dependencia, con trabajo anterior y relación directa con el secretario de Hacienda lopezobradorista, Arturo Herrera. Heliodoro Luna Vite, en Infraestructura, también con trabajo de hace años con él y con una virtud: su especialidad es obtener recursos federales.
El gabinete se ve pensado así, para que Puebla esté de inmediato en posibilidad de ser incluido en el plan de reactivación económica del presidente Andrés Manuel López Obrador, por 485 mil millones de pesos. Hay dos bolsas en las que podría haber partidas para obras y se tienen que presentar proyectos ¡desde ayer! Estos se licitarán antes de octubre, para comenzar a ejercerse con el primer día de 2020.
Una partida a nivel nacional que puso ya a disposición la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) es de 50 mil millones de pesos para infraestructura con proyectos de inversión, sin impacto presupuestal. La otra suma 116 mil millones de pesos para “acelerar contrataciones y adelantar licitaciones” para el 2020.
Es ahora… Era para “desde la semana pasada” cabildear por esos recursos.
En el resto de su gabinete se refleja también la visión práctica del gobernador y la búsqueda de eficiencia.
Siguen, luego de ser nombrados en el gobierno interino, Fernando Manzanilla Prieto, en la ahora Secretaría de Gobernación, que tendrá un énfasis de seguimiento legislativo y municipalista. Así como Karen Berlanga Valdés, en la ex Controlaría, ahora Secretaría de la Función Pública.
Las posiciones de las otras 13 secretarías -17 en total- y cargos claves quedaron firmes este jueves, incluyendo al secretario de Salud, Jorge Humberto Uribe, enviado directamente desde Palacio Nacional.
Abre Puebla una nueva página en su historia. La escribe el barbosismo.
Que le vaya bien a Miguel Barbosa, que le vaya bien a Puebla, un estado al que le urgen buenas noticias.