“Actualmente tener un teléfono inteligente o Smartphone, no es un lujo sino una necesidad, sin embargo, está tecnología en manos de un niño y futuro adolescente es peligrosa porque pueden caer en sexting, ciberbullying y extorsión al entrar a redes sociales sin discernir del contenido que se sube a internet.
La advertencia la hace el experto en seguridad, Fernando Rosales, quien fuera secretario de Seguridad Pública estatal y fiscal en Delitos de Alto Impacto de la Fiscalía General del Estado, al impartir una conferencia a padres de familia del colegio Chiki Cole sobre la ciberseguridad en los niños.
Reveló que cuando fue funcionario público encontraron a muchas víctimas de ciberbullying y sexting, que subieron a redes sociales, completamente abiertas, sus problemas sentimentales e imágenes sugestivas de índole sexual, lo cual, dijo, es aprovechado por la delincuencia organizada, como sucedió con varios casos de niñas adolescentes que cayeron en las redes del delito de Trata de Personas en Tlaxcala y Puebla.
Y así fue narrando su experiencia en el ámbito de la seguridad pública, donde tuvo conocimiento de decenas de casos de secuestro y extorsiones que partieron del hecho de que muchos niños y adolescentes fueron subiendo a redes sociales información íntima y de su situación familiar a muchos contactos y seguidores que jamás en su vida conocieron en la vida real y que, desafortunadamente cayeron en manos de la delincuencia.

Restringir a niños uso de Smartphone y computadora
Fernando Rosales recomendó a los padres de familia que a los niños, sobre todo de nivel primaria, no se les de un Smartphone y en caso de rebeldía tendrían que entregarle el aparato con un riguroso control y varios candados de seguridad como es bajar varias aplicaciones como “sígueme o geolocalizadores, así como aplicaciones para ver el historial de sus hijos en internet.
Explicó que el sexting es el envío de contenidos de tipo sexual (principalmente fotografías y/o vídeos), producidos generalmente por el propio remitente, a otras personas por medio de teléfonos móviles. Compartir una fotografía íntima a través del teléfono móvil o las redes sociales, dijo, supone perder su control.
Esta práctica está cada vez más extendida entre los adolescentes, que pueden ver cómo se les vuelve en contra en forma de acoso, chantaje o extorsión.
El sexting puede tener graves consecuencias que los niños y jóvenes no dimensionan , una vez que las imágenes son enviadas a terceros o están subidas en páginas web o redes sociales.
Si se da un teléfono a los niños tiene que ser bajo ciertas reglas para que no lo usen todo el día y el adulto tenga acceso a los contactos que tiene
Fernando Rosales recordó el caso de una niña que fue enganchada por las mafias de la Trata de Personas en Tenancingo Tlaxcala y otra en Puebla, cuyos padres afirmaban que las menores nunca salín de casa solas y tampoco tenían un teléfono para su uso personal.
Tras profundizar en las investigaciones, la hermana de una de ellas, confesó que tenía un teléfono a escondidas de los padres y con él tuvo comunicación con varias personas “ amigos” a través de las redes sociales y uno de ellos,” enamoró” a la niña.
Abundó que si se da un teléfono a los niños tiene que ser bajo ciertas reglas para que no lo usen todo el día y, además pueda el adulto tener acceso a los contactos que tiene, pues muchas veces, afirmó, los padres de familia usan de pretexto que están muy ocupados y no se toman el tiempo de averiguar el círculo de amigos o amigas más cercanos de sus hijos, “ hay veces que los padres ni siquiera se saben el nombre y apellido de los supuestos amigos de sus hijos”, reflexionó el experto.
Theo Fragoso e Hilda Ríos