Santiago. El presidente de Chile, Sebastián Piñera, reconoció que durante las protestas sociales de las últimas cuatro semanas las fuerzas del estado hicieron uso excesivo de la fuerza y no respetaron protocolos.
“Tenemos gran compromiso con los derechos humanos, haremos el mayor esfuerzo para que todas las denuncias se investiguen, juzguen y sancionen. Mi solidaridad a víctimas y sus familias”, escribió el mandatario la noche del 18 de noviembre.
Los parlamentarios acusan al presidente de violar derechos humanos mediante la represión contra manifestantes, entre quienes se cuentan 222 personas con traumas oculares, según un recuento del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH).
Piñera admitió que el proceso crítico iniciado hace un mes aún no concluye y reiteró el llamado a redactar una nueva constitución. La actual es rechazada por distintos sectores chilenos como una herencia política de la dictadura militar de Augusto Pinochet.
Colegio denuncia catástrofe de DH
El uso excesivo de la fuerza y la gravedad de las lesiones infringidas a manifestantes en Chile constituyen “una catástrofe sanitaria y de derechos humanos”, denunció el doctor Enrique Morales, presidente del departamento de derechos humanos del Colegio Médico de Chile.
Morales acusó en una sesión de la comisión del Congreso que analiza la acusación constitucional contra Andrés Chadwick, exministro del interior y seguridad pública, por el uso excesivo de la fuerza perpetrado por Carabineros contra las manifestaciones registradas desde el 18 de octubre en el país.
La doctora Izkia Siches, presidenta del Colegio Médico, señaló que Carabineros ha desatendido los protocolos vigentes y ha habido negligencia por parte de las autoridades. “Creemos que los protocolos no se han utilizado, pues estos son muy perfectibles, como el uso de balines y perdigones, que ha producido un número importante de lesiones oculares”, señaló la profesionista.
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