El 25 de noviembre se conmemora anualmente el Día Internacional de la eliminación de la Violencia contra la Mujer o Día Internacional de la No Violencia de género, esto con la finalidad de denunciar el maltrato que se ejerce sobre las personas, en la mayoría de las veces ejercida por hombres hacia el sexo opuesto.
En 1981 el movimiento feminista latinoamericano hizo la convocatoria en conmemoración a la fecha en la que fueron asesinadas en 1960, las hermanas Patricia, Minerva y María Teresa Mirabal, en República Dominicana. Su origen radica en la falta de equidad de género y la discriminación que prevalece en diferentes ámbitos sociales.
Gabriela Chen Licona, médica psicoterapeuta sexual, tallerista y conferencista, comentó en entrevista que este problema no tiene distinción de clases sociales y se nota con mayor frecuencia en zonas rurales porque el machismo está más arraigado y las mujeres muchas no tienen las facilidades para acudir rápidamente a un lugar a pedir ayuda porque están alejados. Dijo que la violencia se genera porque es aprendida con patrones en casa, en el entorno social y lo que se percibe externamente.
Refirió que la persona violenta que quiera rehabilitarse, debe tener conciencia de esto y pedir ayuda, pero desafortunadamente hay pocos que lo hacen y en Puebla sólo existe un grupo de hombres que se dedican a brindar apoyo a personas que se encuentran en esta situación. Por lo que señaló, hace falta más personal para poder ayudarlos.
La violencia más común que experimentan las mujeres a nivel mundial es la física que es infligida por su pareja íntima, sometidas a tener relaciones sexuales y que pueden ser golpeadas. Las intimidaciones también son por medio de insultos, discriminación, ataques psicológicos, abandono, de manera sexual, laboral, entre otras causas.