Hace dos meses, el nombre de Lupita Worbis era sólo un recuerdo de sus grandes actuaciones con la Selección Mexicana. Hace poco más de 6 años decidió retirarse del futbol por el tema económico y la falta de oportunidades principalmente en nuestro país, para dedicarse a su carrera universitaria, la Arquitectura. Hoy, con 36 años y apenas cinco jornadas (cuatro jugados) del CL2020, torneo que representó su regreso a las canchas, se ha convertido rápidamente en una de las jugadoras referentes de las Franjitas.
En entrevista exclusiva para El Heraldo de Puebla, la jugadora nacida en Yucatán, recordó desde sus inicios en el futbol, los problemas que tuvo que pasar para ser jugadora, la evolución que ha tenido el futbol femenino, el sentimiento de representar a México en Juegos Olímpicos, Mundial, Panamericanos; su vida como universitaria, como se dio su regreso a las canchas y hasta los planes que tiene actualmente con el Puebla Femenil.
«Yo empecé jugando béisbol en la Liga Yucatán, solo había niños y yo era la única niña que jugaba ahí. Me empecé a fastidiar un poco del béisbol porque yo jugaba segunda base y después me empezaron a poner en el left field (jardín izquierdo) y pues jamás en la vida llegaban las pelotas. Y con el futbol empecé a entrenar y pues todo el tiempo estás en movimiento, corres, sentía que era buena y eso me daba felicidad».
A pesar de haber sufrido bullying durante su infancia por jugar, a pesar de haber sido la única mujer durante varios años en equipos varoniles; haber estado en una época en donde el futbol era mal visto para las mujeres, poco le importó para demostrar su talento y llegar a tan corta edad a la Selección Mexicana, todo gracias a sus grandes cualidades con el esférico, pero sobre todo al apoyo de sus papás que en todo momento la impulsaron para cumplir su sueño, el futbol.
«Sí, realmente creo que nos tocó una época difícil, a las de mi generación y todavía a las de atrás porque pues se suponía que el futbol era para niños, pero desde que yo estoy muy pequeña, (mis papás) me han respaldado en todas las cosas, por ejemplo; mi mamá se iba al Kínder hacer shows para que yo viera que no pasaba nada, para que yo pudiera estar en el escenario y pues cosas que me daban pena, ella las hacía como ejemplo, que puedes hacer las cosas y no hay ningún problema».
En ese sentido, Worbis, confesó ser una mujer tímida que con el paso del tiempo se le fue quitando, ayudada de los consejos de su papá, quien le decía que se tenía que desenvolver más en las entrevistas. Pero en donde nunca sintió presión, ni pena fue en el terreno de juego porque «cuando juego futbol ahí sí nunca tuve nunca pena. Cuando entro a la cancha, es el lugar donde tengo que estar».
Desafortunadamente, Lupita Worbis, vivió toda su carrera en una época en donde la Liga MX Femenil a lo lejos se vislumbraba. Las mujeres futbolistas se iban a Estados Unidos o jugaban becadas con alguna universidad en México. Worbis pasó por las dos, jugó en Washington y poco después decidió jugar para el Tec de Monterrey Campus Puebla y estudiar Arquitectura, por invitación del entonces entrenador de la Selección Mexicana, Leonardo Cuéllar, quien la trajo personalmente en su coche desde la CDMX a las instalaciones de la universidad por su deseo de seguir estudiando, además de la amistad con Miguel Mejía Barón, que fungía como Director Deportivo de Borregos.
A los 30 años de edad, tomó una de las decisiones más difíciles de su vida; el retiro. Siendo lo económico el principal factor; para dedicarse a su profesión. Seis años después, regresa a Puebla gracias a su «nuevo trabajo» ahora como Arquitecta. El destino y la casualidad le regresarían el futbol a su vida. El 18 de noviembre será la fecha que nunca olvidará, su regreso.
“Yo vine a principios de noviembre a trabajar, me encontré a Majo (López, capitana del Puebla) me invitó, le pasó mi contacto al profe Jorge Gómez para que vayas a entrenar y a ver qué. Y fue así como después me habló el profesor el 18 de noviembre y a partir de eso me quedé”.
Desde entonces, con apenas cuatro partidos disputados y dos goles con Franjitas se ha convertido en una de las referentes del equipo, a lado de Majo López y Mirelle Arciniega.; en donde uno de sus mayores deseos es regresar a la Selección, no sin antes entregar el mayor esfuerzo con la playera enfranjada,
“Yo estaría encantada de volver a representar a México. Es lo más bonito que hay. Porque cuando viajas a un Mundial, a unos Olímpicos, somos México, somos todos, no estamos divididos, es lo más bonito”
Por último, con una carcajada refirió que la directiva debería de “regalar cemitas” para que la gente vaya al estadio y apoye al Puebla, porque a pesar de que han hecho bien las cosas en la presente temporada, la gente en Puebla no termina de hacer “click” con el futbol femenil, que poco a poco va teniendo más popularidad en el país.