Vicente L. Avendaño Fdez.
¿Cómo identificar a un potencial feminicida?
Vivimos una época bastante difícil, en donde la vida de las mujeres se ve en riesgo debido a los distintos fenómenos que vivimos actualmente. En ese sentido tenemos que exigirle a las autoridades el cumplimiento cabal de sus funciones, pero también nosotros podemos identificar y huir de los elementos y/o personas que constituyen un riesgo, como es el caso de los agresores a las féminas.
En esta ocasión vamos a mencionar los rasgos más característicos y que aparecen en la gran mayoría de los casos en donde se observa violencia.
En primer lugar, el sujeto quizá haya tenido un antecedente previo de abuso hacia él, es decir, simplemente refleja lo experimentado, sin que esto sea una justificación a su reprochable conducta.
Existe una relación inicial que pronto se convierte en seria, acompañada en diversos casos de tratos delicados y una constante adulación por parte del futuro agresor, quien se puede mostrar romántico y atractivo.
También se puede advertir que empieza un intento de control por parte del agresor, en el sentido del modo de vestir, las amistades, inclusive la revisión del celular o el exigir el envío de la ubicación también son un factor muy notable, cabe decir que esto también se da no solo de varones a damas, sino también en viceversa.
Después pueden venir una especie de bromas, castigos y ofensas que tratan de ser compensadas mediante regalos, sorpresas o detalles románticos, mostrando un aparente arrepentimiento, pero repitiéndose nuevamente la agresión.
De ahí se pasa a los golpes, lesiones, que también generalmente vienen acompañados de un perdón exhibido con mucha emotividad, así se puede repetir el ciclo en múltiples ocasiones, hasta que la afectada se cansa, el sujeto se encuentra otra víctima o lamentablemente se llega a un desenlace fatal, en el cual ya no existe remedio alguno, aun cuando el feminicida fuera condenado a cadena perpetua. En alusión a esto, creo que es pertinente opinar acerca de las diversas propuestas en relación a la pena de muerte, a lo cual escribiré conforme a la formación legal que tengo, sin los populismos o las intenciones de sacar un lucro político, como lo hacen algunos que aspiran al poder. Bajo el contexto nacional e internacional es imposible aplicar la pena de muerte, además de que nunca, en ninguna parte del mundo, el aumento de las penas ha servido para bajar los índices delincuenciales, así que, como sucede en prácticamente todo, lo mejor es la prevención.
Es entonces amiga lectora, si tú ves alguna de las conductas señaladas, pide ayuda profesional o huye, no tienes por qué soportar alguien que te hace de la existencia un tormento, valórate y goza el maravilloso regalo de la vida.