En abril de 2009 comenzaron a surgir los primeros casos de la que más tarde sería considerada como la primera pandemia del siglo XXI, la influenza H1N1. Para junio de 2009, la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció que esta pandemia pertenecía a la categoría de ‘gravedad moderada’ y estaba caracterizada por la aparición de un nuevo virus de la gripe, cuyos casos más graves se presentaban en grupos de jóvenes. Nuestro país fue uno de lo primeros en registrar pacientes y defunciones de este tipo de influenza, también conocida como ‘gripe porcina’, la cual registró casos en 214 países y 18 mil 449 defunciones en el mundo.
Diez años después, encaramos una nueva crisis sanitaria también denominada como pandemia. De acuerdo con el Reporte de la Situación número 62, del 22 de marzo de 2020, emitido por la OMS se tienen confirmados 292 mil 142 casos y 12 mil 784 decesos. El director general de este organismo de sanidad internacional instó a la sociedad a buscar y obtener información de fuentes confiables y avaladas por instancias públicas, y a que esta crisis sea vista como una oportunidad para unirnos como humanidad, para trabajar, aprender y crecer juntos.
A diferencia de la primera pandemia que enfrentamos en este siglo XXI, ahora contamos con mayores herramientas para encarar los retos que esta situación nos ha presentado. La información y el conocimiento de este virus han demostrado ser aliados importantes para entender las medidas y estrategias que se han tomado a nivel global; para saber cómo reducir la brecha de contagios y mantenernos a salvo. Además, ahora contamos con insumos para comparar y verificar la información que nos brindan los medios de comunicación tradicionales y los nuevos medios digitales, incluidas las redes sociales.
En ello reside otra diferencia significativa entre estas dos pandemias: nuestra manera de comunicarnos y acceder a la información, las cuales se han visto altamente impactadas por la disponibilidad de diversas plataformas digitales y redes sociales que permiten a todo individuo ser emisor y receptor, si bien esto ha posibilitado una gran oferta y pluralidad de contenidos, también ha ocasionado la diseminación de noticias falsas, mitos y desinformación, lo que se ha denominado infodemia.
En este contexto, resaltamos la importancia de generar estrategias y acciones para procurar y garantizar que la sociedad tenga acceso a información de fuentes oficiales, oportuna, veraz, y verificada. Al respecto, el INAI ha reiterado su alto compromiso hacia el pleno ejercicio del derecho a saber de la población y la garantía de sus libertades de expresión e información. A diferencia de la pandemia de la influenza H1N1, en donde el Instituto de Transparencia tenía competencias más acotadas y su vinculación con los sujetos obligados tenía un ámbito más restringido, ahora este organismo nacional garante de la información ha trabajado para establecer alianzas a favor de la transparencia proactiva y la generación de esquemas colaborativos con instancias y otras autoridades para potencializar la generación de contenidos informativos de calidad que faciliten a la población, el acceso a información oficial, actualizada y socialmente útil.
Muestra de ello es el portal electrónico www.coronavirus.gob.mx, el cual es resultado de una mesa técnica de trabajo que busca fortalecer la difusión de datos oficiales y con sustento científico en un lenguaje sencillo y ciudadano. Además de este recurso informativo, la sociedad cuenta con el micrositio del INAI, “Ante la opinión pública- COVID-19” en donde se exponen las solicitudes de información pública presentadas a dependencias y entidades del Gobierno Federal respecto a esta temática. En ello reside otra de las diferencias entre la pandemia de 2009 y esta de 2020: el derecho de acceso a la información está siendo ejerciendo activamente por la sociedad. Por ejemplo, hasta el 22 de marzo se habían recibido 355 solicitudes dirigidas a 80 sujetos obligados distintos, entre ellos la Secretaría de Salud, el Instituto Nacional de Transparencia y el Instituto Mexicano del Seguro Social.
Diez años despues, con mayor experiencia y recursos tecnologicos, contamos con más herramientas informativas que nos proveen mayores elementos para enfrentar esta situación. Hagamos uso de estas plataformas de acceso a la información. Seamos responsables, solidarios y sumemos esfuerzos para enfrentar esta situación desde el conocimiento y la unión.
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