La emergencia sanitaria por el coronavirus obligó a suspenderse las clases presenciales por el decreto federal desde el pasado 23 de marzo, sin embargo, los maestros extrañan las aulas y el interactuar de frente con sus alumnos.
Por ese motivo, también los docentes tuvieron que adaptarse de manera rápida al esquema de trabajo de enseñanza-aprendizaje vía en línea, trabajar desde casa y coordinarse con sus alumnos y padres de familia.
Para la maestra María Antonieta Viveros Moctezuma, que labora bajo el modelo USAER (Unidades de Servicio y Apoyo a la Educación Regular), señaló que imparte clases a 34 niños con alguna capacidad diferente en la Telesecundaria «Guillermo Jiménez Morales».
En entrevista para el Heraldo de Puebla, refirió que el adaptarse a las clases a distancia ha sido difícil, ya que la mayoría de sus educandos no tienen las herramientas para trabajar desde su casa al ser de escasos recursos y por ello, no cuentan con computadoras e internet, por lo que el aprendizaje en estos momentos ha sido el repaso de lectura y comprensión, resolución de problemas y operaciones básicas.
Indicó que también ha sido complicado el tener una coordinación con los padres de familia, pues los números telefónicos que proporcionaron para atender alguna situación no corresponden y de los 34 alumnos sólo tiene comunicación con 17.
«La verdad es que, si se extrañan las aulas, en línea es diferente porque nuestros alumnos, principalmente, son chicos con alguna discapacidad, ya sea intelectual, auditiva, autista e imperactividad, y a ellos se les debe explicar paso a paso lo que tienen que hacer y ahora es diferente, es con el apoyo de los papás», puntualizó.
Por su parte, el profesor Rafael Arteaga, director de la preparatoria del Instituto Suizo, refirió que la enseñanza fue «caótica» en los primeros días, ya que no hubo tiempo para preparar la transición, por lo que ha sido todo un reto el adaptarse a la modalidad en línea.

«Los primeros días fue complicado, ‘caótico’, no estaban preparados los profesores con las herramientas tecnológicas, los alumnos también no estaban preparados para esa interacción, pero ahora se ha resuelto y estamos impartiendo las clases por videoconferencia».
Por lo anterior, expresó que ahora tanto los profesores como los estudiantes se han adaptado al modelo de enseñanza-aprendizaje, llevando a cabo, incluso, actividades dinámicas para sobrellevar el proceso.