Las extensas y atípicas filas para comprar cerveza en decenas de tiendas de conveniencia en Sonora, es algo que ha sorprendido a nivel nacional, pues el consumo de este producto se ha incrementado un 70 por ciento durante esta contingencia sanitaria.
El pasado 23 de mayo, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) de Sonora autorizo, a través de la Dirección General de Alcoholes, la venta de cerveza en tiendas de conveniencia y supermercados; por disposición de las autoridades de Salud la venta será sólo de 08:00 a 18:00 horas.
Cabe señalar que desde hace varias semanas dicho producto presentaba desabasto en todo el estado ante el cierre temporal de las industrias.
La búsqueda de cerveza en la entidad trajo consigo largas filas en las que no se respetó la Sana Distancia y, por lo tanto, hubo contagios de COVID-19.
El sociólogo de profesión y analista, Manuel Alejandro Rendón Ortega, considera que las extensas filas por alcohol son «producto de una descomposición social en la que está inmersa la sociedad sonorense».
Asimismo, afirmó que se percibe una notable falta de responsabilidad, pues exponen su vida como la de los que los rodean.
“No somos ajenos a lo que pasa en la sociedad, vivimos en una sociedad donde somos copartícipes, es decir, lo que hago beneficia o afecta a otros. Estamos socialmente comprometidos con el entorno”, señaló.
No obstante, Rendón Ortega considera que las autoridades no han sido claras al momento de restringir circulación o generar prohibiciones, además de confundir a la sociedad al permitirles comprar cerveza sin evitar conglomeraciones.
Los sonorenses y el alcohol
Por su parte, el historiador y cronista de la capital de Sonora, Ignacio Lagarda, asegura que la relación de los sonorenses y el consumo del alcohol, data de las tribus originarias de la región, de las tradiciones importadas y no del desértico clima, pues de influir este último factor, estados del sureste del país o naciones del Oriente Medio presentarían consumos similares.
A un trago de la locura
Aunque la reactivación de la producción y venta de cerveza está muy cerca, los regiomontanos literalmente sufrieron por su ausencia, al grado que se reportaron fenómenos poco comunes en el comportamiento de los consumidores.
Desde el pasado 1 de abril, fecha en la que el gobernador del estado, Jaime Rodríguez Calderón, anunció que se suspendería la producción y venta de cerveza, los habitantes de Nuevo León se volcaron a las tiendas de autoservicio, de conveniencia y vinateras para comprar producto hasta para reserva.
En menos de 24 horas, se reportó que había desbasto en las principales cadenas como Walmart, Costco, Heb, Soriana, Oxxo y 7 Eleven.
Esta fiebre solamente duro un día, ya que para el 2 y 3 de abril se repusieron los inventarios y la tranquilidad se recobró parcialmente.