Roberto Quintero
Después de muchos sacrificios por parte de los emprendedores durante el cierre temporal de miles de empresas en el país, inicia la etapa gradual en las reaperturas.
Durante el cierre temporal, los retos fueron muchos, pero podemos destacar dos, el primero, fue el adecuado manejo del limitado o nulo flujo de efectivo, y el segundo pero no menos importante, consistió en el reto personal para mantenerse firme y no caer en «depresión emprendedora».
Ahora el emprendedor tiene una gran decisión por tomar, como y cuando reiniciar operaciones.
Considero que lo ideal sería que todos pudieran reabrir pero, la realidad es que, muchas empresas ya no podrán abrir sus puertas, esta situación puede ser voluntaria o involuntaria.
En el caso de los emprendedores que están analizando reabrir o no, les comparto algunas consideraciones para ello:
Solamente encuentro dos razones válidas para ya no abrir tu empresa
1. Ciclo personal: el emprendedor pone lo que tiene y lo que es en su proyecto y muchas veces el plan personal ya no congenia con el plan empresarial, es importante reconocer los ciclos en nuestra vida. Más vale hacer una pausa voluntaria del proyecto para regresar en otro momento personal a conquistarlo. Si la empresa ya no te apasiona se vale ya no reabrir.
2. Modelo de negocio: todo en esta vida tiene su momento, y las empresas también lo tienen. Los modelos de negocio nacen, crecen y si no reciben innovación, mueren. Una decisión muy valiente del emprendedor es, atreverse a matar la empresa cuando esta ya no cumple con su misión. Es común que el ego nos confunda y pensemos que podemos resucitar modelos de negocio muertos. Cuando ya no hay modelo, es mejor ya no reabrir.
A continuación te presento solo tres de muchas razones para reabrir tu empresa
1. Razones personales: se dice que si no haces tu sueño realidad, pasarás tu vida haciendo realidad el sueño de otros y esto es totalmente cierto. Nadie te dijo que hacer una empresa sería fácil, recuerda que un mar calmo nunca ha formado buenos capitanes.
2. Razones profesionales: si tienes un modelo de negocio innovador y con posibilidades reales de crecimiento acelerado, estás obligado a reabrir. No cualquier emprendedor tiene la bendición de contar con una empresa como la tuya, no tienes derecho a dejarla morir. Tu barbería, tienda, restaurante, despacho, consultoría, taller etc. superarán este momento y tú eres el responsable de ello.
3. Razones de trascendencia: los emprendedores somos copartícipes de la creación, nos corresponde a cada uno de nosotros una tarea enorme, crear valor compartido. Nuestro talento está comprometido a generar más y mejores empleos, crear productos y soluciones para hacer más fácil la vida de nuestros clientes. Nuestra tarea es trascendental.
Las oportunidades siempre vienen ocultas en aparentes problemas y el Covid 19 no es la excepción.
Aquí nadie se raja.
