La Dra. Miriam Guadalupe Bojórquez García, académica de la Facultad de Ciencias de la UNAM Juriquilla, ofreció una perspectiva detallada de los diferentes bioindicadores que pueden considerarse para determinar la calidad de los mantos acuíferos.
La conferencia, organizada por la Licenciatura en Ciencias Ambientales y Desarrollo Sustentable de la Ibero Puebla, se centró en las cuencas hidrológicas debido a su relevancia en los asentamientos humanos.

Con base en ello, se comenzó a valorar el concepto de la cuenca hidrológica, misma que debe demarcarse por límites naturales y no políticos. Manifestó que las cuencas son unidades de terreno definidas por la conformación de relieves que tienen múltiples puntos de salida.
La calidad del agua se mide a partir de la probabilidad que tiene la población de contraer enfermedades en función de las características físicas, químicas y microbiológicas de ésta. El índice de calidad del agua (ICA) ofrece una escala porcentual para conocer la calidad del manto acuífero, lo cual sirve para decidir el uso que se le dará al mismo.
Existen tres tipos de indicadores: los ambientales, que reflejan directamente el estado abiótico o biótico del ambiente; los ecológicos, que muestran el impacto de cambios ambientales sobre un hábitat, y los de biodiversidad, que son indicativos de una taxa en un área definida.

Uno de los bioindicadores más importantes se encuentra en las algas. Esto se debe a su presencia permanente y su papel en el ingreso de energía en el ambiente acuático. «Las algas y los macroinvertebrados cumplen con las características de una especie indicadora: fáciles de colectar, trabajo económico y respuesta a cambios ambientales», añadió la investigadora.
La Dra. Miriam Bojórquez añadió que cuando las algas presentan múltiples formas, el sistema tendrá una buena calidad; si la muestra de algas es homogénea, el sistema está siendo alterado de manera importante. Estas plantas permiten la formación y estabilidad de los sedimentos, además de formar parte de los procesos de alimentación y refugio para la biodiversidad. Cuando las algas se modifican, su alteración se verá reflejada en todo el sistema acuático.
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