El gobernador Miguel Barbosa no se mostró muy convencido ante el cambio de semáforo de riesgo epidémico de anaranjado a amarillo en Puebla, pues dijo que podría relajar el comportamiento social.
En tanto el subsecretario de Salud federal, Hugo López Gatell, adelantó que Puebla y otros quince estados del país estarán en el color amarillo en el semáforo epidemiológico de COVID-19 a partir de este lunes, Barbosa dijo que prefiere pecar de cauto y pesimista.
El gobernador señaló que la población puede pensar que con esta medida ya se puede realizar vida social y económica como si la epidemia hubiera acabado.
Por eso, el mandatario estatal insistió en mantener las medidas de prevención y no bajar la guardia ante el virus; además, dijo que deben seguir reguladas las actividades económicas con los aforos reducidos.
“Debemos ser cautos y no pensar que ya se pueden hacer todas las actividades sociales, religiosas y deportivas. No echemos campanas al vuelo y luego lamentemos la presencia de rebrotes.”
Fotos de Hilda Ríos/El Heraldo de Puebla y Twitter @SSalud_mx