Guillermo Cobos
La semana pasada, en una nota del Foro Económico Mundial, da cuenta de situaciones alrededor del tema del empleo y la tecnología en esta crisis pandémica del COVID.
El tema cobra mucho mayor relevancia cuando toda nuestra vida hemos sido educados bajo el paradigma de que tenemos que estudiar mucho desde pequeños, ir a una universidad, obtener una o dos maestrías y luego conseguir un empleo. Resulta sumamente frustrante, que esta gran inversión de tiempo y esfuerzo, no necesariamente se vea reflejado en los ingresos económicos.
Hay varios elementos que inciden directamente en el ingreso de las personas alrededor de la educación. El perfil y naturaleza de los trabajos están cambiando de manera muy rápida. Las habilidades necesarias para el desempeño de una función en un trabajo, serán mucho más valiosas que las académicas.
Por otro lado, la pandemia ha forzado los empleadores a proponer nuevos modelos y prácticas de contratación alrededor de este paradigma cambiante. El principal cambio sin embargo es a nivel mental, y eso, es lo principal.
Y es que estamos acostumbrados a que tenemos que estudiar el primer tercio de nuestras vidas para obtener títulos universitarios para encontrar trabajo. Hasta hace poco, eso era suficiente garantía para salir adelante económicamente. Pero ya no. El futuro ya no será decidido por títulos universitarios. Será por una combinación de habilidades suaves que al día de hoy, se han desestimado de manera que sólo las habilidades duras son las que han sido más valoradas.
Con la crisis del COVID ha mostrado que en USA, el nivel de empleo está alrededor del 6% en los trabajadores con licenciatura, pero se ha situado en un 21% entre los trabajadores que no tienen un título de secundaria siquiera. Los trabajadores con títulos universitarios o educación superior tienen mayor probabilidad de ser exitosos en la modalidad de teletrabajos de hoy en día en comparación de los que no pudieron asistir a la universidad.
Sin embargo, si modificamos la visión de los títulos académicos y volteamos a las habilidades que se requieren para resolver problemas cotidianos que enfrentan los negocios y que no se enseñan en las instituciones educativas, podremos ayudar a disminuir los abismos que separan las oportunidades y la capacidad de empleo. Desde hace poco tiempo al presente, varias compañías de talla internacional se han dado cuenta que esta forma de adopción de fuerza de trabajo es mucho más productiva, eficiente y exitosa que el solo fundar sus contrataciones con base a títulos universitarios.
Con la democratización del conocimiento, muchas compañías han adoptado plataformas incluso gratuitas y en línea para ofrecer capacitación laboral y posibilidades de aprendizaje a los solicitantes de empleo, además de ponerlos en contacto con empleadores que les ofrezcan nuevas modalidades de trabajo y poder así, ayudar verdaderamente a la sociedad.
El futuro del trabajo no solo será versado en habilidades duras, pero en habilidades holísticas. Los empleadores, hoy en día, y más por el tema de la pandemia, las empresas están ansiosas por habilidades creativas para resolución de problemas, mentalidad colaborativa además del manejo eficiente de escenarios ambiguos, complejos y cambiantes. Lo interesante es que estas habilidades pueden también aprenderse. Sin duda, un escenario apasionante, enriquecedor pero también retador.
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