Aunque el frío es un elemento que fácilmente se asocia con Rusia, los habitantes de la ciudad de Vladivostok han vivido desde la semana pasada uno de los fenómenos más duros en 30 años, cuando los azotó una tormenta de lluvia gélida o lluvia engelante, como también es conocida. Esto cobró una vida humana y provocó que las calles, vehículos y más infraestructura se cubrieran de una densa capa de hielo.
El fenómeno comenzó desde el 19 de noviembre en la región de Primorsky, en el extremo oriental de Rusia. Posteriormente, las autoridades declararon estado de emergencia en toda la ciudad de Vladivostok, debido a que cerca de 150.000 hogares se quedaron sin servicio eléctrico. Además, el caos también se presentó en el sistema de transporte.
Tras estas lluvias, el Ministerio de Emergencia local, el Ejército y la Flota del Pacífico comenzaron fuertes movilizaciones para intentar normalizar la situación. Incluso el jefe del servicio meteorológico regional, Boris Kubay, describió a esta tormenta como un “fuerte vendaval que lo rompe todo”.
Este mismo funcionario detalló que es una de las emergencias climatológicas más duras que han vivido en la región en los últimos tiempos. “Han pasado 30 años desde que vimos esto”, comentó a través de un comunicado.
Y es que en la ciudad portuaria del Pacífico también se vinieron abajo árboles congelados y las líneas eléctricas se vieron totalmente inutilizadas debido a las capas de hielo, las cuales llegaban a ser de hasta 12 milímetros de espesor.
Estas lluvias heladas también tuvieron efectos adversos en las instituciones de salud de la ciudad, pues de acuerdo con información de medios locales, algunos hospitales de Vladivostok, incluido uno que trata a pacientes con COVID-19, se vieron en la necesidad de utilizar generadores de respaldo para el suministro eléctrico.
Con información de Infobae
Portada y Foto: Sopitas