Human Right Watch denunció las pruebas de sexo que realizan los órganos rectores del deporte a las mujeres atletas, las cuales, según sostienen en un informe publicado este viernes, suponen una «violación de los derechos fundamentales a la privacidad, la salud y la no discriminación».
Desde HRW argumentan que las reglamentaciones sobre pruebas de sexo instaladas desde hace décadas en los órganos que rigen las actividades deportivas, niegan a mujeres con sus niveles naturales de testosterona, el derecho a participar en eventos de carreras de entre 400 metros y una milla, salvo que se sometan a pruebas «invasivas» y a procedimientos médicos «innecesarios».
El caso relacionado más conocido es el de la atleta Caster Semenya, quien ha batallado en varias ocasiones contra World Athletics y ha recurrido incluso al Tribunal Europeo de los Derechos Humanos. La máxima organización del atletismo tomó medidas con un nuevo reglamento que señala a atletas «con disfunciones en su desarrollo sexual» y establece límites, obligaciones para medicarse o prohibiciones para algunas pruebas, lo que ha impedido a la sudafricana, doble campeona olímpica en los 800 metros, poder repetir oro en los próximos Juegos Olímpicos de Tokio.
Otro ejemplo es el de Annet Negesa, corredora ugandesa, quien tuvo que someterse a una operación quirúrgica para extraer sus órganos sexuales porque sus niveles de testosterona estaban por encima de los límites. «Fue una trampa·, recuerda. «Vamos a detener a quienes obligan a la gente a ser cerdos guineanos haciendo investigaciones en seres humanos y violando sus derechos humanos», reclama la runner que se sometió a una operación irreversible para poder competir con otras mujeres
La organización observó que las reglamentaciones globales que alientan la discriminación, la vigilancia y la intervención médica forzada, tienen como resultado daños físicos y psicológicos y dificultades económicas para las personas afectadas.
Payoshni Mitra, académica y defensora de los derechos de los atletas señaló que World Athletics, uno de los órganos rectores de actividades deportivas, ha actuado contra mujeres del Sur Global durante décadas, y ha tratado a quienes tienen altos niveles de testosterona como «no humanas». «Estas reglamentaciones desmerecen a las mujeres, les hacen sentir que algo de su persona es inadecuado. Los deportes modernos deberían adaptarse para fomentar la inclusión y erradicar la discriminación en lugar de perpetuar la exclusión y la discriminación» concluyó Mitra.
Con información de Runners World
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