Lic. César Sotomayor S.
Hace algunos días bajo el argumento de disminuir el gasto y señalando que entre más dependencias u organismos es mayor la dispersión de recursos y se presta a ser corruptible, el presidente de la republica mencionó que propondrá al Congreso la desaparición de diversos organismos autónomos. Estos son instituciones que se han ido consolidando a lo largo de muchos años como entidades con patrimonio, personalidad y organización administrativa independiente de cualquier poder. Su autonomía les da la fuerza para ser respetados y obedecidos. Su creación pasó por multitud de movimientos sociales y políticos pidiendo que el Gobierno no fuera juez y parte para que éste a través de sus secretarias no los manipulara.
El titular del ejecutivo señaló que acordó con su gabinete presentar las propuestas para reformar las disposiciones legales a que haya lugar e iniciar el debate correspondiente ya que con estas reformas se logrará obtener un ahorro de hasta 20 mil millones de pesos, ahorro que sería destinado a la adquisición de vacunas contra el COVID-19. En la actualidad hay más de 200 organismos autónomos que representan un gasto de cerca de 500 mil millones de pesos al año.
La pregunta es si detrás de los argumentos de eficientar el uso de los recursos públicos que en tiempo de crisis económica pudieran ser válidos, no está la de desaparecer varios órganos constitucionales autónomos, con la finalidad del aumento de poder y control del presidente sobre las actividades y materias de las que se ocupan como son las del sector energético, de telecomunicaciones, la competencia económica y la información.
Su desaparición tendría que transitar como ocurrió con su creación por el congreso de la Unión toda vez que se trata de una reforma constitucional, es decir, la cámara de diputados y la de senadores, hoy en día por su conformación creo que se vería detenida en el propio senado. Los requisitos para una reforma a un articulo de la constitución son dos: Que el Congreso de la Unión, a través de cada una de sus dos cámaras, apruebe por el voto de las dos terceras partes de los individuos presentes la reforma o adición; y que dicha reforma o adición sea aprobada por la mayoría absoluta que es la mitad mas una de las legislaturas de los treinta y dos estados de la República.
La desaparición de órganos autónomos va en contra de intereses de la mayoría de los ciudadanos, toda vez que no habría quién vigile con absoluta independencia los excesos de monopolios cuando cobran precios más altos o disminuyen la calidad de sus productos sin que el consumidor tenga alguna otra alternativa; no habría quién asegure que los consumidores tengamos las mejores tarifas de telefonía e internet y que haya la inversión requerida para brindar un buen servicio al mejor precio; no habría quién nos garantice que haya suficiente calidad y seguridad en el abastecimiento eléctrico y de hidrocarburos; no habría manera de conocer en qué se gastan nuestros impuestos ni los resultados de la gestión gubernamental.
En mi libro «Esencia Social» hablo del acceso a la información y de la transparencia, por lo que soy un convencido de que la desaparición de esos institutos provocaría que no pudiéramos defender la protección de nuestros datos personales. El INAI se encarga de tutelar nuestro derecho al acceso a la información pública, y con ello es el órgano del Estado, autónomo de los tres poderes y con jurisdicción sobre todos ellos, que es responsable de cuidar nuestros datos personales, con su desaparición sería el propio gobierno quien se encargaría de proteger toda nuestra información privada sin ningún límite; no podríamos exigir esa protección más que al mismo gobierno. Nuestros datos estarían resguardados por el gobierno en turno, no importando su filiación política.
Sin duda somos, con justa razón, celosos del uso de nuestros datos personales, a tal grado que en estos días han migrado cientos de miles de personas de WhatsApp a otras plataformas al anunciar la compañía de Facebook que modificaba sus políticas de privacidad, para ampliar los usos de los datos de quienes usamos esa plataforma. No olvidemos que la información es poder, quien tiene la información sobre una persona, controla a la persona, las experiencias históricas lo demuestran. Permitir que desaparezca el INAI es dar permiso al gobierno del uso irrestricto de nuestra información, que sólo nos pertenece a nosotros. Algunos de los organismos autónomos mas destacados que estarían en la posibilidad de desaparecer para que el Gobierno Federal pudiera asumir sus responsabilidades, facultades y presupuesto, están El Banco de México, La Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE), el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), EL Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), El Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), El Instituto Nacional Electoral (INE).
Sin duda, son organismos que han aportado mucho para la democratización del país y el mejor desarrollo de la sociedad, es imperativo que esta propuesta sea analizada con profunda objetividad y prevalezca lo que ha demostrado ser útil y benéfico para México. El tema de presupuesto no debe ser el principal argumento, el correcto desarrollo de nuestro país si lo es.