“No cambies la salud por la riqueza, ni la libertad por el poder” (Benjamín Franklin)
La pandemia generada por el virus SARS-COV-2 ha provocado una estela de muertes y pérdidas millonarias en la economía mundial; sus efectos se resentirán en nuestro país y en Puebla por todo lo que resta de este año. Sin embargo, a efecto de mitigar los efectos en la salud pública y en las finanzas en todo el orbe (se pierden $375 mil millones de dólares mensuales), se ha observado una colaboración ante esta crisis sanitaria global sin precedente, no sólo de los gobiernos, sino de investigadores, de la industria farmacéutica y sus asociados, así como de la iniciativa privada.
Los esfuerzos colaborativos fundaron COVAX (agosto 2020), una iniciativa que es codirigida por la ‘Alianza Gavi para las Vacunas’ (Gavi), la Coalición para la Promoción de Innovaciones en Pro de la Preparación ante Epidemias (CEPI) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), aplicando un proyecto denominado ‘Acelerador ACT’ para el acceso rápido de herramientas contra la COVID-19, a través de cuatro áreas: diagnóstico, tratamiento, inmunización y fortalecimiento de los sistemas de salud. Este objetivo requiere de miles de millones de dólares y la manera de obtener estos recursos monetarios fue a través de un instrumento de financiación denominado CAM (compromiso anticipado de mercado) y, a través de ello, se pactó con la mayoría de países para que aportaran dinero que permitiera acelerar la investigación para obtener vacunas contra el COVID-19; así, las farmacéuticas podrán producir esas vacunas a un precio más accesible por persona y que a todos los países del mundo se les garantice el acceso a las vacunas para toda su población.
En el caso particular, México ingresó al COVAX, suscribió un acuerdo a través del CAM de Gavi y el 8 de octubre del año 2020 realizó una transferencia por 159 millones 876 mil 200 dólares americanos, que le permitirán adquirir dosis suficientes para inmunizar hasta el 20 por ciento de su población, además de que le garantiza contar con opciones de compra para adquirir dosis de vacunas del portafolio de opciones (COVAX) según disponibilidad y precio.
Hasta ahora, el Gobierno de México ha generado la opción de que se puedan comprar las dosis de vacunas para cuando la producción esté lista para ello. Sin embargo, falta que el Gobierno Federal comunique a la sociedad las acciones desarrolladas para adquirir las vacunas para el 100 por ciento de su población. ¿Qué medidas ha adoptado el Consejo de Salubridad General que depende directamente del presidente de la República? ¿Qué acciones ha ejecutado la Secretaría de Salud?
La Ley General de Salud, en caso de epidemias, obliga que el Gobierno tome medidas preventivas para lograr el control, la eliminación o erradicación de enfermedades previsibles por vacunación; considerando que toda persona residente en México tiene derecho a recibir de manera universal y gratuita todas las vacunas, garantizar su abasto y distribución, que deben ser de la mayor calidad disponible, ya que las vacunas son una medida no sólo de salud pública, sino de seguridad nacional.
En este caso, la enfermedad requiere de una vacuna que no se produce en México, sólo la elaboran las farmacéuticas extranjeras como GlaxoSmithKline (GSK), Pfizer-BioNtec, Moderna, Astrazeneca, Janssen (Grupo Johnson & Johnson), Sanofi, Urevac, Novavax, Merck, Sinovac, Cansino, Mitsubishi Tanabe Pharma, entre otras. Sin embargo, lejos de estar sometidos a negociaciones internacionales agresivas, México se incorporó y pagó al COVAX para adquirir vacunas a bajo precio. Así que, el primer paso se dio, ahora falta que el Gobierno invierta en pagar las vacunas según el presupuesto.
Las entidades federativas no podrán adquirir las vacunas directamente con las farmacéuticas, sino a través del Gobierno Federal, aunque ambos ámbitos de gobierno deben participar en la distribución oportuna y gratuita. Si bien en esta época existen campañas electorales deben hacer propaganda gubernamental respecto al combate al COVID-19, pues es un tema de salud, simplemente, se debe evitar politizar la vacuna como un logro partidario o político (que no lo es).
Procuremos, como sociedad civil, mantener las medidas como el uso de máscara en la cara que cubra nariz, boca y barbilla, el distanciamiento social, evitar conglomerados en lugares cerrados, sin ventilación, mantener medidas básicas de higiene ya que, aunque existen las medidas para adquirir las vacunas, éstas tardarán en llegar a México por razones de producción y logística o por razones de inversión.
Se debe hacer un pacto comunitario, sociedad civil y Gobierno, para acordar políticas públicas que promuevan la investigación, desarrollo y producción de vacunas en el territorio nacional, como está indicado en la Ley General de Salud. Hay mucho talento nacional, aprovechemos y preparemos con educación pertinente a los jóvenes y, a su vez, que se incentive la inversión en temas de salud en México. Aprendamos de la experiencia del pasado.
La pandemia también tiene su lado positivo, pues nos hemos percatado que la salud es una riqueza (Ralph Waldo Emerson) y nuestra mayor posesión (Lao Tzu), por ende, el Gobierno Federal debe negociar para adquirir y ofrecerle a toda la población las vacunas, no sólo al 20 por ciento de la población, procurando que sean las de mayor calidad y no cualquier otra que todavía se encuentre en fase I o II. Que se invierta bien el dinero de los mexicanos para gozar de salud, sin escatimar, pues no se puede apostar a la inmunidad de rebaño, ya que el costo será alto. Mientras tanto, a cuidarse para salir adelante.
Foto de BioWorld