Personas de la zona habitacional Udlap reportaron que hace dos meses talaron 14 colorines, hace tres días talaron jacarandas, fresnos y ahuehuetes, los vecinos calculan que en tres días han talado 30 árboles.
La administración dice que es parte de un plan de forestación, que expertos hicieron un estudio y que protección civil dio permiso. Los argumentos son daños estructurales y enfermedad de árboles.
Las evidencias son diferentes: vecinos biólogos afirman que no estaban enfermos y algunos no son realmente riesgosos.
Los vecinos exigen una explicación y proponer soluciones creativas para salvar lo más que se pueda de árboles, dejar atrás esta política tecnócrata de que la solución es matar, cuando expertos y jardineros podrían ver opciones en pro de la vida.
Además afirman que nunca habían conocido gente tan intransigente e insensible como los guardias, los taladores, y los administrativos. Nadie da la cara, no quieren escuchar, no les importa el dolor de los vecinos.
‘Llevamos tres días escuchando motocierras por todos lados. La vida de los árboles también importa, e importa muchísimo’.