Por Leticia Montagner
Arnulfo R. Gómez, Licenciado en Relaciones Internacionales por la UNAM; especialista en comercio internacional y promoción de inversiones con estudios en la agencias internacionales económicas de Francia, Suiza y Reino Unido; asesor de organismos empresariales; consultor en comercio exterior y catedrático, elaboró una radiografía de la situación de México en Inversión Extranjera Directa (IED).
Sus apreciaciones resultan escalofriantes. Vea usted:
México se ha caracterizado por ser un importador neto de capitales, sin embargo, su importancia como captador de flujos se ha reducido notablemente. Durante los 27 años de vigencia del TLCAN, la declinación fue terrible pues su lugar como destino preferido de la IED pasó del 4º lugar en 1994 al 16º en 2019.
El deterioro que se ha agravado en los años recientes es porque parte importante de los flujos que recibe México son de mala calidad ya que se trata de compra de activos, que no generan los beneficios que normalmente se espera de la inversión extranjera.
Adicionalmente, México se ha convertido en importante exportador de capitales debido a la creciente incertidumbre.
Datos de la Secretaría de Economía revelan que en el año 2020, los flujos de IED en México ascendieron a 29 mil 79 millones de dólares, cifra inferior en casi 4 mil millones en comparación con 2019.
De este monto, 6 mil 409 millones fueron de nuevas inversiones, 16 mil de reinversión de utilidades y 6 mil 573 millones de cuentas entre compañías.
Es el segundo año consecutivo en que la captación de flujos de inversión hacia México registró un decremento ya que, en el año 2018, se recibieron 34 mil 745 millones de dólares, en tanto que, en 2019, fue de 32,921 millones.
El IED en México, en cada sexenio, presenta un incremento en el flujo de capitales recibidos, sin embargo, conforme avanza la actual administración se registra un decremento importante, debido a la pérdida de confianza de inversionistas locales y extranjeros en la administración.
También influye en la baja de las inversiones, la pésima calificación que el Foro Económico Mundial otorga a las instituciones públicas y a sus funcionarios, lo que quiere decir que son incapaces de diseñar estrategias, programas, proyectos y políticas realistas que incidan positivamente en el desarrollo del país.
El futuro en México en materia económica, especialmente en las inversiones se ve poco claro y a la baja.
Periodista. Catedrática de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la BUAP. Pionera en Puebla de noticiarios y programas de radio con perspectiva de género desde 1997.