La comunidad médica japonesa encabeza una de las más firmes oposiciones a la realización de los Juegos Olímpicos de Tokio, por lo que Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), se ofreció hoy a tener personal médico adicional disponible para ayudar cuando arranquen las competiciones en poco más de nueve semanas.
Bach dio pocos detalles durante su intervención en remoto en una cumbre de tres días entre el COI y organizadores locales. Señaló que la ayuda llegará de varios comités olímpicos nacionales y estará disponible en la Villa Olímpica y en las sedes.
En su discurso de 12 minutos, Bach intentó garantizar a la población nipona y a los deportistas que viajarán a Tokio que el COI celebrará unos Juegos ‘seguros’ en medio de la pandemia.

“Por razones obvias, todavía no podemos darles (a los deportistas) todos los detalles, pero el principio más importante está muy claro: la Villa Olímpica es un lugar seguro y los Juegos Olímpicos y Paralímpicos se organizarán de forma segura”.
Bach dijo que espera que más del 80 por ciento de los que se alojarán en la Villa estén vacunados para entonces. Según reportes locales, la delegación olímpica nipona empezará a vacunarse en junio.
Entre 1 y 2 por ciento de la población japonesa está totalmente inmunizada contra la COVID-19 y es poco probable que todos los ancianos reciban las dos dosis antes de que terminen los Juegos el próximo 8 de agosto.
Bach pareció responder a uno de los pedidos más firmes hasta la fecha para la suspensión de la demorada cita olímpica.
Los 6 mil miembros de la Asociación de Médicos de Tokio pidieron la cancelación de los Juegos en una carta enviada la semana pasada al primer ministro Yoshihide Suga; Yuriko Koike, gobernadora de Tokio; al ministro para los Juegos Olímpicos Tamayo Marukawa, y a Seiko Hashimoto, jefa del comité organizador.

“Creemos que la opción correcta es cancelar un evento que tiene la posibilidad de incrementar el número de personas contagiadas y los decesos. Los virus se propagan por los movimientos de gente. Japón tendrá una gran responsabilidad si los Juegos Olímpicos y Paralímpicos empeoran la pandemia, aumentando el número de las personas que sufren y mueren”.
Gran parte del país, incluidos Tokio y Osaka, están en estado de emergencia, lo que obligó a Bach a cancelar un viaje a Japón este mes. La oposición a los Juegos ronda el 60 u 80 por ciento en numerosas encuestas.
Está previsto que la cita olímpica arranque el 23 de julio y la paralímpica el 24 de agosto. Su celebración es un imperativo financiero para el COI, ya que el 73 por ciento de sus ingresos proceden de la venta de los derechos televisivos y otro 18 por ciento de los patrocinios.
Japón ha invertido oficialmente 15 mil 400 millones de dólares en la organización, aunque auditorías gubernamentales sugieren que la cifra es mucho mayor.
El país ha confirmado más de 11 mil 500 muertes relacionadas con la COVID-19, un buen dato con respecto a los estándares globales, pero malo comparado con la mayoría de sus vecinos asiáticos.
Con información de AP
Fotos de Twitter @DeportesGMV y AFP