A pesar del 3-0 en contra, aficionados del Club Puebla se hicieron presentes afuera del hotel de concentración del equipo a menos de 24 horas de que se juegue el partido de vuelta en el estadio Cuauhtémoc.
Cerca de 200 aficionados armaron una fiesta con banderas, tarolas, bombas de humo, chispas y trompetas en forma de apoyo hacia el equipo poblano, en quienes confían para darle la vuelta al marcador contra Santos y avanzar a la Gran Final.
«Mañana remontamos», dijo Nicolás Larcamón , en medio de la algarabía poblana.
Alrededor de las 20:30 horas, jugadores y cuerpo técnico salieron a agradecer el gesto; bailaron, gritaron, saltaron al son de los cánticos de los aficionados.
Los fuegos artificiales también fueron parte del carnaval que armó la afición poblana, así como un tiro gigantesco con la leyenda ‘aquí no se rinde nadie’.
Una hora después, el maríachi llegó cantando ‘Que chula es Puebla’, mientras que los aficionados lanzaban gritos como «¡Si se puede! ¡Vamos, Puebla!» y jugadores salieron de nueva cuenta.
Cristian Tabó fue uno de los jugadores que más emocionados se mostró al bailar y cantar, mientras que Emanuel Gularte tocaba el bombo acompañando a los cánticos de la afición.