Por Roberto Quintero
Recientemente se llevó a cabo la convención mundial de exhibidores de cine, llamada Cinemacon, el evento se realizó en Las Vegas en formato presencial y convocó a miles de dueños y operadores de cine en tiempos complejos causados por la pandemia, posiblemente el momento más difícil en la historia de la industria cinematográfica.
La afectación ha sido gravísima, después de un año con ingresos mínimos, la salud de los cines es endeble.
En el evento se plantearon los retos de la industria en todo el mundo, quedando claro que, aunque la exclusividad del contenido, es decir las películas, es el principal diferenciador del modelo de negocios, la experiencia lograda con el servicio, alimentos en dulcerías y las instalaciones – es también muy importante para el público.
Durante el confinamiento, la mayor parte de los cines en el mundo cerraron sus puertas, lo que generó que las productoras de cine experimentaran con estrenar películas, que estaban originalmente planeadas para salas de cine, en plataformas digitales propias y ajenas.
Esta iniciativa rompió con una regla, no escrita, llamada windowo “ventana de exhibición”, la cual garantiza que los estrenos en cine tendrían 90 días de exclusividad, antes de pasar en otros formatos, es decir, había una “ventana de 90 días”.
El resultado de este experimento fue que la piratería digital creciera exponencialmente, en perjuicio de la industria, de la creatividad de los cineastas y de miles de empleos que genera el cine.
Es seguro que la “ventana de 90 días” que existía anterior a la pandemia ya no regresará, pero tampoco los estrenos simultáneos en cine y plataformas permanecerán por mucho tiempo.
Los cines y el streaming deberán coexistir. De hecho, hasta antes de la pandemia, las plataformas de streaming lograban que más gente asistiera al cine y viceversa, ambas industrias se complementaban.
El último estreno simultáneo de Disney parece hacer sido “Jungle Cruise” y afortunadamente el siguiente lanzamiento de “Shang Chi” es ¡sólo en cines!
Lo que resta del año 2021 y el 2022 lucen prometedores con estrenos importantes de todas las productoras y, la mayoría, exclusivo en cines.
Cabe mencionar que, en defensa de las salas de cine, la inmersión, recordación y conexión emocional que logra una película exhibida en sala de cine, con en público, esirreemplazable. La vivencia de disfrutar una película es una experiencia colectiva única, ir al cine constituye una confirmación de la humanidad.
La comunidad no quiere pasar la vida encerrada, quiere conocer y convivir con otras personas, finalmente somos un animal social.
Como emprendedores tenemos mucho que aprender de lo ocurrido a la industria del cine durante la pandemia:
1. Resiliencia para soportar momentos complejos.
2. Capacidad para reinventarte.
3. Comunicación con tu cadena de proveeduría.
4. Claridad de lo que aporta, a la sociedad, tu propuesta de valor.
5. Los riesgos de la alta concentración en pocas empresas.
En mi opinión, aún hay cine por lo menos para otros 100 años.
“Necesitamos una industria cinematográfica actualizada, más plural y próspera para todos.”