Hace dos semanas hablamos aquí del impacto a todos los mexicanos en caso de que la iniciativa de reforma constitucional del presidente se hiciera realidad. Pero vale la pena platicar el impacto que puede tener en Puebla la reforma en caso de cristalizarse.
Voy de abajo para arriba: primero el consumo.
Puebla tiene al menos dos grandes empresas de ensamble de autos, que usan el modelo de autoabastecimiento con energía renovable para satisfacer su consumo eléctrico. Estas empresas tienen costos de energía eléctrica entre 15% y 30% más baratas que si se la compraran a CFE.
Obligarlos a consumir energía de CFE de inicio sería incrementar por lo menos 15% el costo de su energía. Pero como además, para generar el 54% de la energía CFE tendría que echar mano de centrales eléctricas que por su alto costo en este momento están fuera de operación; el costo de la energía CFE no sería el mismo de hoy, sino más alto. Las centrales que entrarían en operación serían termoeléctricas y de carbón, que cuestan unos 2,300 pesos por cada megawatt-hora (MWh), o sea un 27 % más que el promedio de costo de CFE (1,800 pesos).
Entonces en un ejercicio simple, si aumentamos el promedio de venta de CFE, podríamos observar que el costo de generación de energía que pagarían las armadoras sería casi 42 % más alto en promedio. Esto se reflejaría en el costo final de sus productos o, considerando que están en un mercado internacional, tendrán que buscar algún sitio donde tengan este recurso por medios más económicos, lo cual se conoce como deslocalización.
Y bajo esta condición estarían también otras industrias, que incrementarían sus costos o se deslocalizarían y de inicio cancelan planes en el corto plazo.
Entre esas industrias hay de harinas, de pan, de acero, y todos los grandes consumidores de energía.
Puebla tiene además una característica importante para su abasto de agua: todo es por bombeo. Eso significa que el costo del servicio de agua incrementará sensiblemente su costo (ya lo dijeron, van a hacer que la industria pague más).
Del lado de la generación la cosa es también dramática. Resulta que de la capacidad instalada que tiene Puebla, buena parte es autoabastecimiento que viene de la ley anterior, sociedades que se hicieron para construir una central de generación eléctrica y que el gobierno federal considera ilegal en la iniciativa. ¡Aguas!, no es que sean ilegales, ningún juez lo ha dicho, sino que el presidente dice en la iniciativa que son ilegales. Esas centrales eléctricas, que suman 366 MW de parques eólicos no tendrán entonces derecho a seguir participando en lo que este gobierno considera que será el Mercado Eléctrico.
Hay otros cuatro proyectos por 104 MW que tendrán que ser replanteados, pues son proyectos conocidos como “cogeneración» y que son negocio al ser una mezcla de generación eléctrica y producción de vapor. Si no tendrán certeza de que su energía se podrá usar, como lo pretende el presidente en su reforma, esos proyectos terminarían por encarecer brutalmente la producción industrial (Uno de ellos es de PEMEX, pero ese lo echarían a andar incluso con pérdidas).
¿Entonces? Todas estas plantas dejarán de tener actividad. En el caso de las eólicas, los dueños de las tierras dejarán de recibir su renta, pues si la empresa que les renta terrenos no tienen ingresos porque no generan energía, pues ¿cómo les pagan?
Los proyectos como las hidroeléctricas de la Sierra Norte que estaban dentro del mercado eléctrico, tendrían que acordar en lo oscurito con el director de CFE cómo van a participar en los contratos de compra de energía y todos los participantes del mercado tendrán que hacer lo mismo.
Como CFE será el único comprador de energía y el único vendedor, la empresa suministradora Fénix dejaría de existir y el proyecto SUBACE del Sindicato Mexicano de Electricistas de los paisanos de Necaxa, también dejaría de existir.
El impacto inicial de aprobarse la reforma sería económico, pero a mediano plazo se vuelve un asunto de empleo, que tiraría por la borda lo logrado en 30 años en sectores como el automotriz, que vería la necesidad de buscar lugares donde pueda acceder a energía más barata pero además a energía limpia. Recordemos por lo menos que las armadoras han adquirido compromisos de energía limpia para menos de dos décadas y los planes de desarrollo de CFE no consideran migrar a energía limpia de forma acelerada, mientras que la iniciativa dice que solo ellos serán responsables y por lo tanto la transición energética será a su ritmo.
Pérdidas, totales en Puebla, sin ganancia alguna de aprobarse la #ReformaApagon
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