Un error que cometemos frecuentemente los emprendedores es «creernos nuestras propias mentiras» es decir, generar hipótesis emprendoras y darlas por ciertas y confiables.
Este error nos llega a ocurrir en todas las áreas de la empresa: finanzas, capital humano, precios y mercado, entre otros.
Fue en el año 1986 que Terry Mullen acuñó el término Badeer Meinhof al leer un artículo por primera vez sobre la organización guerrillera alemana llamada Baader Meinhof, a partir de ese momento y sin buscarlo, encontraba ese nombre por todos lados. Terry envió una carta al periódico Saint Paul Pionner narrando lo ocurrido y a partir de dicha publicación, Terry recibió cientos de cartas de personas que leyeron el articulo y afirmaban que les había ocurrido el mismo efecto.
Nuestro cerebro mantiene una inclinación por los patrones, y cuando este descubre que un elemento aparece más de una vez, intenta formar una secuencia, a este fenómeno se le conoce como Ilusión de frecuencia.
Como ejemplo común del efecto Badeer Meinhof en la vida diaria, ocurre cuando en la pareja estamos embarazados y mágicamente vemos mujeres embarazadas por todos lados, o si queremos comprar un carro deportivo negro, empezaremos a ver las calles llenas de carros con esas características.
No es poco común que la ilusión de frecuencia afecte la óptica del emprendedor, dando por hecho, sin contar con una fuente confiable, que hay gran cantidad de clientes potenciales para su modelo de negocio.
Si tenemos en mente iniciar un emprendimiento de cerveza artesanal por ejemplo, empezaremos a ver en nuestro entorno clientes potenciales en todo lugar, como por arte de magia sentimos que todos a nuestro alrededor quieren consumir una cerveza artesanal.
El tomar decisiones influenciadas por esta ilusión de frecuencia, puede ser catastrófico en un emprendimiento ya que nuestras expectativas y proyecciones de ventas serán también una mera ilusión.
Para evitar que el efecto Badeer Meinhof te afecte, te sugiero las siguientes acciones en tu emprendimiento:
- Todo dato que consideres para tu plan de negocios debe ser cuantitativo y de una fuente confiable.
- Rebota tus ideas con socios y colaboradores para evitar la ilusión de frecuencia.
- Dale tiempo de maduración al proyecto, muchas veces al dejar pasar unos días o semanas, nos da objetividad en los emprendimientos.
- Acércate a expertos que te asesoren y te de mentoría para afinar tu propuesta de valor, basada en ciencia y no solo en buenas ideas e intenciones.
Te reto a evaluar si has sido víctima del efecto Badeer Meinhof en alguno de tus emprendimientos en el pasado.