A 111 años del inicio en Puebla de la Revolución Mexicana (RM), encabezado por los Hermanos Serdán el 18 de noviembre de 1910, la figura y acciones de Carmen Serdán Alatriste no se han investigado lo suficiente. Además, poco se sabe de las mujeres poblanas que le acompañaron en la lucha revolucionaria.
Los pocos libros de historia sobre el papel de Carmen, se han limitado a consignar la ayuda que prestó a los alzados que defendieron su casa, junto con otras mujeres que formaban parte de una liga femenil que ayudó a propagar los ideales revolucionarios.
En la Epopeya de Santa Clara, participaron poblanas, quienes a la fecha no han sido totalmente reconocidas. Carmen Serdán debe ser considerada la primera guerrera del movimiento armado, pero su biografía está llena de discrepancias y misterio.
A ellas, la historia de la Revolución las ha ignorado. Solamente se escribió que el 18 de noviembre se inició en Puebla el movimiento armado cuando los Serdán, militantes del Partido Anti Reeleccionista, defendieron su casa ante el asedio de la policía que buscaba arrestar a Aquiles, el ideólogo de la causa.
En la calle Santa Clara, en el Centro Histórico de Puebla Capital, murieron Máximo y Aquiles. La hermana mayor, Carmen fue arrestada y encarcelada, lo mismo que su madre Carmen y la esposa de Aquiles, Filomena del Valle.
Lo más conocido, sobre todo en Puebla, es que Carmen resultó herida al ayudar a los revolucionarios, sin embargo poco se sabe que integró la Liga Femenil Luz y Progreso, que se reunían en secreto, que propagaban los ideales de Francisco I. Madero, además de que almacenaron pertrechos, compraron armas, pólvora y dinamita.
La Liga la integraron Carmen y Natalia Serdán, su madre Carmen Alatriste, su cuñada Filomena del Valle, las hermanas Guadalupe, Rosa y María Narváez Bautista, Paulina Maraver, Ignacia Vázquez, Piedad García, Micaela Palacios, Sofía Ruiz, Aurea San Martín y otras más. La esposa de Madero, Sara Pérez, se sumó posteriormente.
Carmen participó en la Junta Revolucionaria en Puebla, colaboró en los periódicos El Hijo del Ahuizote y Diario del Hogar; tras la muerte de Madero, se incorporó como enfermera a las fuerzas combatientes y después de una activa lucha murió el 21 de agosto de 1948 a los 73 años.
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Periodista. Catedrática de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la BUAP. Pionera en Puebla de noticiarios y programas de radio con perspectiva de género desde 1997.