A principios de enero, la oficina de Comunicación Social de Presidencia dio a conocer un nuevo spot como parte de la campaña #AlimentaciónSaludable. En este “sketch” de 2 min de duración se puede apreciar al coronavirus caminando por la ciudad y contagiando a quien encuentra a su paso.
El spot tiene 1,3 M de reproducciones en Twitter, pero su impacto no fue positivo. Hubo quienes solicitaron a @TwitterSeguro la cancelación de la cuenta por difundir información falsa y la publicación fue añadida al #COVIDHallofShame, una lista de las peores prácticas mundiales para prevenir la transmisión del virus.
Otros usuarios recordaron los malos hábitos de alimentación que exhibe el presidente y señalaron la poca sensibilidad que muestra su gobierno al sugerir el consumo de alimentos que están fuera del alcance de muchas familias mexicanas.
El spot fue calificado de “vulgar”, “ofensivo”, “chafa” y hasta “salido de la dimensión desconocida”, ¿qué impacto puede tener un spot con estas características?
Como mexicanos estamos acostumbrados a ver campañas del gobierno sin esperar mucho, es importante recordar que la publicidad requiere investigación y estrategia para cumplir con sus objetivos. De lo contrario, se generan reacciones negativas, se pone en duda la reputación del emisor y los temas relevantes se convierten en parodias de humor involuntario.
Dra. María de Lourdes Fuentes Fuentes
Facultad de Publicidad
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