¿Cuál es la esencia de la vida? Servir a otros y hacer el bien.
Aristóteles
Hoy, más que nunca, la colegiación resulta un elemento fundamental, máxime en las actividades profesionales. La legislación notarial vigente ha enfatizado su interés en que la población haga valer efectivamente sus derechos y, entre estos, el de la recepción de un servicio notarial pronto, expedito, profesional y eficiente.
¿Cómo se puede garantizar un servicio notarial en los términos propuestos en la Ley del Notariado? A través de la colegiación notarial. En efecto, la ley notarial contiene medidas que permiten garantizar un servicio profesional, ético y eficaz, resaltando la colegiación para un correcto ejercicio. Y es ahí donde se observa la relevancia del Colegio de Notarios, no sólo como un órgano de iguales, sino como una institución con personalidad y patrimonio propio, que se conforma por todos los Notarios del Estado.
La colegiación notarial no es producto de generación espontánea sino de un largo proceso evolutivo, que en México surge poco después de la segunda mitad del siglo diecinueve cuando los gremios comenzaron a organizarse en colegios profesionales.
El propósito de todo Colegio profesional se bifurca, por un lado, social y por otro individual, la primera, porque garantiza a la sociedad (a la cual se debe) de un servicio profesional y ético, justo y eficaz, así como para sus integrantes al proveerles de un mutualismo y dignificación de su actividad intelectual.
La colegiación conlleva a que los miembros del colegio sean evaluados para su ingreso, previa preparación, y una constante-permanente capacitación que actualice a los integrantes en las últimas visiones respecto de un área profesional, de esta manera, se garantiza tanto a la sociedad como a cada uno de los profesionales de una calidad en la prestación del servicio, con base en conocimientos éticos, deontológicos, morales, académicos que les confiera honor, dignidad e integridad que permita un desempeño con similares criterios de control de calidad, confianza y confidencialidad.
Así, se fortalece la libertad e independencia del integrante de cara a la sociedad y frente a la autoridad, pues cualquier limitación a sus derechos o a su independencia se atenta contra la justicia, la estabilidad social y la seguridad.
Por su parte, los colegios también mantienen un proceso que permita otorgarle a la ciudadanía de un control para resolver las deficiencias o excesos cometidos por sus miembros, al tener el poder de sancionar y corregir a sus integrantes para que la actividad sea ética y eficaz.
De igual manera, un colegio debe apoyar a sus compañeros y otorgarles ayudas de toda índole, no sólo en el aspecto académico.
En el caso concreto del Colegio de Notarios del Estado de Puebla, se encarga de instrumentar cursos, talleres, conferencias y estudios dirigidos a una permanente capacitación de los Notarios (cursos de actualización), en todas las materias y ámbitos de interés social; elabora la propuesta de actualización del arancel, participa en el desarrollo de la carrera notarial, promoviendo el crecimiento, unión y fortalecimiento del Colegio y de sus miembros, en fin, un coadyuvante en la administración de justicia.
La trascendencia de la colegiación notarial debe abarcar a los aspirantes a Notarios, para que tengan acceso a los cursos de capacitación y de actualización, y, primordialmente, para que se les evalúe en los aspectos éticos y de honor que deben adquirir y mantener como profesionales que imparten confianza y seguridad jurídica.