Un gobierno preocupado u ocupado por su gente estaría enfocado en cómo mejorar sus ingresos, su nivel de vida, en cómo sus ciudadanos puedan tener acceso a un empleo mejor pagado. Esto sin dejar de lado sus funciones originales, como la seguridad o impartición de justicia,
Puebla ha tenido la industria automotriz como eje de su desarrollo desde hace algunas décadas. La misma industria genera cientos de miles de empleos directos y millones de indirectos en el país.
Pero el sector automotriz se encuentra en una revolución impresionante, mediante la cual deberán pasar de los autos como todos los conocemos a autos eléctricos y con una serie de dispositivos electrónicos que buscan si el confort y la seguridad, pero también la industria automotriz se suma a los esfuerzos globales de la transición energética.
Pero no nos confundamos, la transición energética no es solo fabricar autos eléctricos, sino que los recursos y formas en que se fabrican también tengan un impacto ambiental menor. El primero de los pasos es que su energía sea limpia. Y aquí viene el problema para Mexico.
Cada año, en el último día de Mayo, la secretaria de energía debe presentar el Programa de Desarrollo del Sector Eléctrico Nacional mejor conocido como PRODESEN, que es el instrumento de planeacion eléctrica del gobierno; esa planeación que dijeron que no existía cuando presentaron la iniciativa de reforma constitucional. La versión 2020 la presentaron 8 meses tarde, la versión 2021 un mes tarde y la 2022 por fin en tiempo. Pero regresemos al punto.
Una de las obligaciones del sector eléctrico es generar cada vez más energía limpia, por lo tanto el PRODESEN debe evaluar cómo va la integración de energía limpia al sistema y cómo se prevé la integración a futuro. Esto significa planear actividades de transmisión, distribución, generación, salida de centrales eléctricas para garantizar el que haya energía eléctrica de forma contratante, segura y confiable, pero también de forma más limpia.
El año pasado, SENER aceptó que en 2023 y 2024 no cumpliríamos con la cantidad de energía limpia que prometimos generar, pero que en 2025 por arte de magia volveríamos a cumplir (hasta 2021 la energía limpia llevaba buen ritmo). La suposición de recuperación en 2025 era una mala broma, pues en realidad no habia (ni hay) una política que nos diga cómo cumpliríamos en 2025. Ni permisos de generación ni inversión en transmisión.
En el PRODESEN que se presentó el mes pasado, SENER ya se descaró. No solo acepta que de aquí al final del sexenio no se va a cumplir con la cantidad de energía limpia a la que los comprometimos, sino que, de seguir el régimen obradorista, de aquí a 2034 no cumpliríamos con las metas de energía limpia, sino a 2035 (grafica 7.17 del documento, página 140).
¿Cual es la consecuencia de no agregar más capacidad de generación limpia?
Cómo les decía al inicio, industrias como la automotriz requieren usar energía limpia. Hay algunos corporativos que ya exigen la totalidad de energía limpia en esta década. Y esas empresas no podrían cumplir con esas obligaciones o lo deberán hacer de forma más costosa, mediante instrumentos internacionales.
Eso imposibilita o en el menor de los casos incrementa el costo del insumo energético. Si consideramos además que los países que adoptan energía limpia lo hacen también porque bajan costos, esto elimina el atractivo de invertir en Mexico.
Ojo: esto no significa que las empresas cierren mañana o en un año, simplemente empiezan a planear sus nuevas líneas e inversiones en otros países.
O sea, si la política energética sigue y se mantiene, podemos ir diciendo adiós a estos y otros empleos, ante la imposibilidad de contar con energía limpia.
¿Que gobierno que se preocupa por los ciudadanos haría planes que ahuyentan la inversión y el empleo?
O ¿será que la ideología es más importante que el desarrollo del país para este gobierno? Son preguntas.