Por: Juan Gaspar
Cuando se empezó a relajar el confinamiento por la pandemia, por fin pude salir a la calle una vez más. En la esquina de El Gallito, el puesto de periódicos estaba abierto y, mirando por encima de mi cubrebocas, vi que se exhibían revistas y diarios del día. ¡Ya tenía dos años que no compraba un periódico! Esto me hizo reflexionar sobre los medios impresos.
Los periódicos ya no son lo que eran antes de la pandemia y mucho menos lo que fueron antes de la era digital. Se han transformado, adaptándose y compitiendo con medios nuevos, incluso con la visión de sustentabilidad y el ahorro papel. Asimismo, los reporteros compiten con los memes, no solo para reportar, sino para expresar opiniones y puntos de vista. Esto lo podemos leer en biografías, novelas, artículos y entrevistas con reporteros. Mencionaré tres casos.
El primero es una serie de novelas por Michael Connelly donde el personaje central es el reportero estadounidense Jack McEvoy. En The Poet (1996), es exitoso y entusiasmado con su labor periodística. En The Scarecrow (2009), McEvoy pierde su empleo a causa de la crisis financiera del periódico debido a la alta competencia de los medios digitales. En Fair Warning (2020), Connelly explora el declive del periodismo de investigación y del periódico impreso, así como del surgimiento del fake-news, término que ya todos conocemos.
En contraste, Enrique Serna en su biografía del periodista mexicano de mediados del siglo XX, Carlos Denegri, relata el enorme poder que tuvo esta estrella del periódico Excélsior. Según Carlos Monsiváis, un coscorrón de Denegri representaba “una temporada en el infierno”. En la contraportada del libro dice que “ganaba millones de pesos por publicar alabanzas, pero se hizo más rico por medio de la extorsión, callándose lo que sabía.” Todos en el medio política de ese tiempo temían un “periodicazo” de Denegri.
Los tiempos cambian y hoy todo mundo puede publicar en los medios digitales y las redes sociales desde noticias frívolas y fake-news hasta insultos y ofensas que “corrompen la palabra” (Contreras, 2021). Aunque podemos leer vaticinios del ocaso y defunción de los medios impresos, también podemos encontrar evidencias de lo contrario.
Así, el tercer caso a mencionar es el de María Ramírez, escritora y reportera española que en una entrevista sobre su libro El periódico: 25 años de auge y catarsis del periodismo en internet (2022) proclamó que “no solo ha sobrevivido a internet, sino que en muchos casos ha florecido…la grandeza de los periódicos está en sus redacciones.”
Por otra parte, el periódico impreso, una vez leído, ha tenido muchos usos prácticos. Los abarroteros lo compraban por kilo para usarlo para hacer conos y envolver frijol, arroz, maíz entre otras cosas. También se ha usado para envolver y proteger vasos y botellas de cristal y para rellenar huecos en cajas. Enrollados, han servido para entrenar perros y castigar gatos.
Finalmente, hace poco vi un meme lúdico que resaltaba el poder de este medio. He buscado el meme en español, pero como no he logrado encontrarlo, lo traduzco así: Las cucarachas pueden sobrevivir una guerra nuclear, pero si les das un periodicazo, se mueren. ¿Ya ves cómo pueden ser peligrosos los medios?