Del aroma a gofre al calor del vino dulce, pasando por un viaje en una noria gigante que permite ver un castillo ubicado en la lengua de un volcán extinto, el mercado de Navidad de Edimburgo, considerado el mejor de Europa, ha abierto sus puertas de cara a las festividades de fin de año.
Todo ello se ha repartido a lo largo diferentes lugares pintorescos de la ciudad, en jardines y a los pies del Castillo de Edimburgo.
El mercado y su atractiva noria se ubican en pleno corazón de la capital de Escocia, en la populosa Princess Street hasta el 3 de enero, y comparte escenario y cielos con uno de sus monumentos más simbólicos, una torre del siglo XIX erigida en honor póstumo al escritor escocés Sir Walter Scott (1771-1832), representado en su misma base, y con vistas al emblemático castillo.
«Fantástico», define el mercado el teniente de alcalde de Edimburgo, Cammy Day:
El mercado navideño no había vuelto a recuperar su tamaño habitual antes de la pandemia hasta este año. Antes del coronavirus, la afluencia se había situado en más de 2.6 millones de visitantes, en una ciudad de poco más de medio millón.
Day resalta su carácter comunitario:
El impacto económico para la ciudad es de 113.2 millones de libras, según los datos del consistorio.
El milagro de la Navidad
«Podría no haber tenido lugar», reconoce serio Day, debido a que a pocas semanas de su inauguración la empresa organizadora original «reconoció que el proyecto diseñado no podía ser llevado a cabo y se retiró del contrato».
En tiempo récord, el ayuntamiento consiguió embarcar a la firma Unique Assembly y salvar el mercado navideño para los edimburgueses, con un proyecto algo más reducido pero «repartido a lo largo de muchas partes del centro de la ciudad», señala el director de la empresa de eventos.
Santa Claus, por ejemplo, estrena una nueva ubicación en Edimburgo, «una de las más especiales en el mundo», apunta Thomson.
El paraíso de Santa Claus «está a los pies del castillo, una parte increíble de la ciudad», donde los niños pueden ir y «escuchar cuentos contados» por él, con la posibilidad de «conocerle en persona».
En George Street, «una importante zona histórica de la ciudad» explica Thomson, paralela a la ubicación del mercado, se ha instalado «una nueva pista de patinaje sobre hielo (…) que ha demostrado ser muy popular este año».
«La gente lo ha echado de menos enormemente», afirma el teniente de alcalde, que recalca que la celebración de la Navidad y Hogmanay han tenido que posponerse durante los últimos años por la pandemia.
Hogmanay es la celebración escocesa de la llegada del nuevo año, que dura tres días, del 30 de diciembre al 1 de enero. Es «la mayor fiesta en la calle, creemos, en el mundo y, por supuesto, la mejor», la describe Day.
La celebración genera a la capital de Escocia alrededor de 39.2 millones de libras, cifra el ayuntamiento de la ciudad.
Edimburgo clausurará el año y dará la bienvenida al 2023 con un macroconcierto al aire libre, en Princes Street y sus jardines, del dúo británico Pet Shop Boys.
«Se ha extrañado durante unos años», reconoce Day, que anima a «la gente de todo el mundo a participar en la celebración final de este año, dejar lejos los últimos años de medidas covid (…) y divertirse un poco» en Edimburgo.
Guillermo Garrido / EFE
Fotos de EFE y Twitter @CarlDavies10, @heya_natalie y @russellofearth