La primera infancia es una etapa clave para el sano desarrollo de la persona y por consecuencia de la sociedad. Una comunidad exitosa, parte de lograr un tejido social sano y para ello, se inicia en la niñez.
Me quiero referir a una situación que ha vivido nuestro país y que tiene afectaciones hacia la niñez.
Inicia en los años ochentas y es la penetración del modelo laboral de la maquila en el país, a partir de la firma del Tratado de Libre Comercio, nuestro país, impulsó el modelo de trabajo de la mujer en las maquiladoras, iniciando en la frontera y expandiéndose a todo el país a lo largo del tiempo.
El modelo parcecía atractivo, sin embargo no se consideró un factor clave, ¿quién iba a formar a la familia si ahora la madre de familia también trabajaba? lo que dio como consecuencia los llamados hijos de la maquila, adultos que vivieron su primera etapa de niñez solos y formándose sin la presencia de los padres.
En la visita del Papa Francisco a México, que se realizó en Ciudad Juárez Chihuahua, encuentro denominado «con el mundo del trabajo», en el cual el Papa reunió a empresarios de todo el país para expresar su preocupación por el «nuevo esclavismo», el cual fue muy bien explicado por una madre de familia trabajadora de la maquila, ella nos dijo: «agradecemos el trabajo que nos dan pero les alertamos que en aras de la competitividad, ustedes los empresarios están convirtiendo los hogares en simples dormitorios, no hay tiempo para educar y alimentar a nuestros hijos».
Como sector empresarial deberemos trabajar para subsanar esta situación y generar condiciones para una niñez sana y saludable en todos los aspectos.
La gran empresa de nuestro país debe ser, la familia mexicana.