En estas fecha de celebraciones decembrinas es común hacer reflexiones profundas sobre nuestra vida, la empresa y lo realmente importante para cada uno de nosotros.
En la emoción de hacer empresa es común que nos confundamos o perdamos el foco y descuidemos la cantidad y calidad de tiempo que pasamos con nuestra familia.
Vale la pena recordar que la persona es el origen y el fin de la actividad empresarial, las empresas son medio para generar valor que sirva a la familia y no al revés, la familia no está para servir a la empresa.
En el año 2006 la aceleradora global de empresas de «Endeavor»entregó un reconocimiento a Don Lorenzo Servitje, me permito compartir un fragmento del discurso de Don Lorenzo en torno a la familia:
«Algo que debo decir también es lo que los hombres de empresa debemos a nuestras familias, yo les confieso a ustedes que me siento en deuda con mi familia, en el fragor del trabajo, la ilusión y los retos, algunas veces vamos dejando poco de lado a nuestra familia y son las llegadas tarde, los viajes suspendidos, los momentos irremediablemente perdidos y esto es muy doloroso. Un consejo que me atrevería a dar; señores seamos unos empresarios con una gran garra, con un gran entusiasmo, con un gran coraje para salir adelante pero no descuidemos a nuestras familias.
Aprovecho también para subrayar lo que de algún modo ya he expresado, es eso que tiene el emprendedor, ese espíritu, esa pasión, esa inconformidad, esa que a veces yo he definido yo como energía animal para que las cosas ocurran, esto es indispensable sino las cosas no van más allá de lo rutinario»
En estas fiestas decembrinas aprovechemos para platicar con nuestra familia, reconocer el tiempo y atención que le brindamos.
Logremos ante los ojos de los integrantes de la familia, que la empresa sea un ente amigable y aliado, no aquel que no le permite a Papá o Mamá dar la atención que requieren los hijos.
Las empresas son importantes por qué son el sustento de la familia, para ello sirven, no para acumular recursos a costa de la paz y tranquilidad de la familia, finalmente no nos llevamos nada material cuando partimos.
En los hechos, ¿es tu familia tu gran proyecto de vida?