El plan B de la Reforma Electoral, que consistió en modificaciones a seis leyes secundarias ante el fracaso de modificar la Constitución, se materializó en diciembre tras publicarse en el Diario Oficial de la Federación (DOF) reformas a la Ley General de Comunicación Social (LGCS) y a la Ley General de Responsabilidades Administrativas (LGRA).
Aprovechando estas fechas se dio inicio formal el proyecto del oficialismo para retroceder en la consolidación del sistema democrático, en el que el principio de equidad es vulnerado al eliminar las restricciones que existían en materia de propaganda gubernamental.
Al leer estos cambios a la LGCS, llama la atención el artículo cuarto que a la letra dice: «No constituyen propaganda gubernamental las manifestaciones de las personas servidoras públicas que realicen en uso de su libertad de expresión y en el ejercicio de sus funciones públicas».
Es decir, que blindados por el derecho de libre expresión los dichos de cualquier actor gubernamental en el ejercicio de sus funciones no representan propaganda.
Este apartado no deja duda de que la intención de quienes ostentan actualmente un cargo público es beneficiar a los candidatos que emanan de su mismo Partido, a pesar de ser una de las conquistas históricas que impulsaron cuando fueron oposición, con la que lograron regulaciones estrictas para evitar la promoción personalizada por parte del Estado.
Lo anterior además contraviene la Carta Magna porque los representantes de los poderes públicos, los órganos autónomos, las dependencias y entidades de la administración pública y cualquier otro ente de los tres órdenes de gobierno, solamente pueden hacer manifestaciones de carácter institucional y con fines informativos.
«En ningún caso esta propaganda incluirá nombres, imágenes, voces o símbolos que impliquen promoción personalizada de cualquier servidor público», señala el Artículo 134, a pesar de eso hemos visto la propaganda de diversos «servidores públicos», que cometen actos anticipados de campaña violando la Ley.
En el Partido, estaremos atentos para evitar que Morena atropelle nuestro sistema democrático con mecanismos que intenten estar por encima de nuestra Constitución.