Con el propósito de atender a la salud de las personas en cualquier situación, es importante la prevención antes que establecer reglas o normas que buscan regular el comportamiento social y más cuando está de por medio la salud.
Dentro de la medida que se ha aprobado en este 2023 con respecto a los espacios libres de humo de tabaco; el hecho de poner una maya protectora en los centros o lugares en donde se venden estos productos, no logrará ninguna mediación positiva, por el contrario, genera un sentido de morbosidad en la sociedad juvenil, etapa en la que se establece un desafío hacia la autoridad, manifestó Dulce María Pérez Suárez, profesora de la Facultad de Medicina de la UPAEP.
Pérez Suárez agregó que, en esa parte de la reglamentación no es una medida funcional para dejar de fumar, la cual no se debe hacer mucho hincapié, porque en una campaña de publicidad de prevención no se deben utilizar imágenes negativas y utilizar la palabra no, como ‘Di no al cigarro’, ‘Di no a las drogas’, porque es una invitación directa para los jóvenes que se encuentran en esa etapa de desarrollo y en ese sentido, lo toman como un reto de indisciplina el cual deriva al consumo excesivo.
Asimismo, enfatizó que una de las medidas con gran funcionalidad, que solventa dos problemas directos a la adicción del tabaco, es no fumar en áreas en donde haya la presencia de niños y adolescentes, puesto que no se ejemplifica una acción negativa, aunado a que los jóvenes no identifiquen el cigarro con una imagen sofisticada en relación a una gran adquisición económica.
Dulce María Pérez refirió que algo de lo que adolece nuestro país es el hacer una evaluación, después de implementar una norma, se debe hacer una evaluación del rendimiento de la misma, el espíritu es que los jóvenes y niños no aumenten en el consumo de tabaco.
Cabe destacar que México forma parte de un acuerdo marco que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), llevaron a cabo para concientizar a las personas de los daños que provoca el consumo de tabaco. Además, subrayó que las campañas de prevención deben comenzar en casa, orientando a los jóvenes sobre este problema grave de salud.
Por su parte, Eduardo López Villalobos, coordinador de la Clínica Médica de Urgencias UPAEP, comentó que, de acuerdo a datos de la OMS, el tabaquismo mata alrededor de 8 millones de personas al año y de esta cantidad, 1.2 millones son fumadores pasivos, es decir, personas que inhalan indirectamente el humo del tabaco. Además, comentó que los fumadores mayores de 60 años tienen dos veces más posibilidades de fallecer en comparación con las personas que no fuman, sin olvidar que es dañino fumar a cualquier edad.
Villalobos agregó que, otro dato a considerar es que las personas fumadoras, en promedio viven 6 años menos de vida en comparación con las personas que no fuman tabaco, por consiguiente, son situaciones que debe considerar la gente si quiere tener una buena calidad de vida.
En el caso de las personas que son fumadoras pasivas deben tener cuidado con las sustancias carcinogénicas, ya que la nicotina como tal no es dañina, pero sí las sustancias que se desprenden al fumar, (se habla de que tiene alrededor de 69 agentes carcinogénicos) y que la gente está respirando cuando se encuentra junto a un fumador activo.
Finalmente, López Villalobos refirió que el tabaquismo provoca el 30 por ciento de las muertes por cáncer, siendo el de pulmón el más frecuente. El tabaquismo también puedo provocar cáncer de boca, de faringe, de laringe, de esófago, de estómago, de páncreas y cáncer de cérvix para las mujeres que fuman, entre otras enfermedades provocadas por el cigarro. En el caso de los fumadores pasivos, el 20 por ciento es propenso a desarrollar cáncer de pulmón.