Los emprendedores siempre somos personas de vértice, es decir que cuando somos exitosos generamos disrupción o somos catalizadores para la generación de valor compartido.
La Real Academia de la Lengua Española señala que la palabra éxito tiene tres acepciones:
1. Resultado feliz de un negocio o actuación.
2. Buena aceptación que tiene alguien o algo.
3. Fin o terminación de un negocio o asunto.
Finalmente es el éxito lo que todo emprendedor busca de manera consciente e inconsciente, sin embargo debemos recordar que el éxito es más camino que destino.
El emprendedor tiene dos retos ante el éxito, al inicio debe creérsela, saberse capaz de alcanzar el éxito, y en los momentos que lo alcanza el reto es no creérsela demasiado, no caer en la tentación del ego, que significa la asunción exagerada de lo que podemos hacer.
Los efectos generados por el éxito en el interior del emprendedor son la experiencia, la confianza, la seguridad, y la satisfacción, mientras que los efectos recibidos del exterior ante el éxito son las alabanzas, las oportunidades, y las expectativas. Cabe mencionar que estos últimos, que son los externos, pueden confundir al emprendedor.
La vida presenta al emprendedor tres enormes pruebas ante el éxito: el placer, el dinero, y el ego.
La inteligencia emocional del emprendedor ante el éxito, es clave para mantener los pies en la tierra, es bien sabido que la mejor manera de conocer el verdadero yo de alguien, es dándole poder.
Para alcanzar el éxito se requiere templanza, sin embargo el éxito sin prudencia destruye la templanza.
Hay dos maneras de reaccionar ante el éxito, con
MAGNANIMIDAD que es la grandeza del alma o con
PUSILANIMIDAD que exagera cualidades propias y niega defectos.
No debes de buscar el éxito en tu día a día y si lo alcanzas, compártelo y asúmelo con resultado de tu esfuerzo y del talento recibido sin haberlo pedido.
En la historia de las empresas siempre puede haber tiempos de crisis.
Los tiempos de todos generan emprendedores fuertes.
Los emprendedores fuertes que a su vez convierten los tiempos de crisis en tiempos exitosos.
Los tiempos exitosos pueden formar emprendedores débiles, que en un parpadeo transforman los tiempos de éxito en tiempos difíciles.
– ¿Qué tipo de emprendedores eres tú en estos momentos? ¿fuerte o débil?.
– ¿Tu empresa está en momentos de éxito o de crisis?