Fuerza, destreza y valentía son las cualidades típicas que se les exigen a los rescatistas, cualidades que, típicamente, no se les atribuían a las mujeres, pero que mujeres como Juanita Huitrón, primera rescatista mexicana, han abierto camino. Un camino donde predominan los hombres, pero ya no es exclusivo de ellos.
Tal es el caso de Anneth López, rescatista poblana con binomio canino, quien viajó con el equipo USAR (por sus siglas en inglés, Urban Serch And Rescue Búsqueda y Rescate Urbano) a Adiyaman, Turquía, a buscar personas bajo los escombros.
En entrevista exclusiva con El Heraldo de Puebla, Anneth pudo responder cómo es ser rescatista en un ambiente de hombres y cómo fue ser rescatista mujer en un país machista. En este caso, la brigada de la Cruz Roja estuvo conformada por quince rescatistas, de los cuales diez son hombres y cinco mujeres.
La manejadora comentó que para ir a Turquía se capacitó rápidamente sobre las costumbres del país, donde no es bien visto que las mujeres hagan trabajos pesados; sin embargo, ante una situación de esa naturaleza, la gente estaba agradecida del trabajo que hacían para rescatar los cuerpos de sus familiares.
“Mi trabajo, mi esfuerzo, el compromiso que tengo es un parteaguas para que tengan confianza de que sé hacer mi trabajo”.

Estudió Administración, pero su pasión es el rescate
Anneth ha sido voluntaria desde 2008 en la Cruz Roja (este año cumple quince de voluntariado) y ha trabajado con binomio canino desde hace 8 años, con su labrador July, la cual también tiene certificaciones y colaboró en el terremoto del 19 de septiembre de 2017.
“Estamos destinadas para esto”, comentó Anneth, luego de que July llegara a su vida por casualidad. La rescatista comenta que es inexplicable cómo trabajan juntas, como la vez que en una explosión en Puebla se habían cerrado operaciones y, al ver su mirada, ella supo que había una persona, por lo que decidieron ir a buscar y confirmaron lo que July, aun sin palabras, había comunicado.

Anneth estudiaba la carrera de Administración de Empresas cuando su hermana, quien es buzo rescatista, le comentó que había una capacitación de alta montaña. Ella accedió con curiosidad, sin saber que se convertiría en su pasión, pues hoy ha decidido dedicar su vida al rescate de personas, para lo que no solo entrena a July, sino que tiene pensando tomar un curso de extracción vehicular y empieza a entrenar a una cachorrita pastor blanco, para cuando tenga que jubilar a July.
La rescatista estudia la carrera de Veterinaria, pues en las labores de rescate es sumamente importante contar con un veterinario que esté al pendiente de los caninos, ya que la búsqueda y rescate de personas es una labor exhaustiva. Recordemos el caso de Proteo, perrito que murió por las bajas temperaturas y los arduos trabajos en Turquía.
“Las mujeres estamos para apoyarnos, podemos hacer lo que queramos”, finalizó la rescatista.
Fotos de Citlalli Tepale
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